Duelo en Rojo

Los duelos entre Botín y Pérez Escolar se han convertido en un clásico de las juntas de accionistas del Banco Santander. Son ya varios los años en los que el abogado, condenado en el caso Banesto junto a Mario Conde por administración fraudulenta, acude a las juntas -ordinarias y extraordinarias- del banco cántabro acompañado por un bien armado grupo de colaboradores.

En las primeras actuaciones, la presencia de Pérez Escolar y los suyos constituyó una sorpresa desagradable para Botín, que prefería salir por la tangente tras dar claras muestras de enfado, y para el resto de accionistas, acostumbrados a juntas pacíficas. Posteriormente, el presidente del banco, ya avisado y comprobada la ineficacia de su estrategia, cambió y decidió coger el toro por los cuernos. Ahora, antes de dar paso al turno de ruegos y preguntas, opta por presentar con exhaustivos detalles el currículo de su oponente y del grupo que le acompaña con nombre y apellidos (Antonio Panea, Javier Sotos y Camilo Soler).

Cuatro líneas le bastaron a Botín para alabar la política económica del Gobierno de Zapatero

Así lo hizo ayer: "Ha pedido la palabra un grupo de accionistas encabezado por Rafael Pérez Escolar, destituido por el Banco de España y condenado por el Tribunal Supremo por el caso Banesto a prisión y a suspensión de cargo público". Botín también informó de que Pérez Escolar fue multado con casi cinco millones de euros y que todavía debe más de cuatro, más intereses, a Banesto. Recordó que recientemente perdió una querella contra él por el caso de las jubilaciones anticipadas de Amusátegui y Corcóstegui. Le queda todavía a Botín el caso de las cesiones de crédito en el que dicho grupo se ha sumado a la acusación.

La verdad es que Pérez Escolar y los suyos gozan de muy pocas simpatías en un auditorio entregado, en el que destacan las corbatas rojas corporativas que llevan los empleados del banco y una multitud de pequeños accionistas que tienen apuntada en su agenda la fecha de la junta como todo un acontecimiento en la ciudad (la identificación es tal que las invitaciones a la junta comienzan con "la ciudad de Santander abre sus puertas..."). No obstante, Pérez Escolar y su grupo no cejan en el intento de torpedear las juntas, del que Botín sale airoso.

Los cuatro que intervinieron ayer (faltó Franco Otegui) se repartieron los ataques. Este año, evidentemente sin que fuera su intención, Botín le dio a su enemigo una nueva diana a la que hacer puntería. El nombramiento de Luis Ángel Rojo, ex gobernador del Banco de España, como consejero le parece "la decisión más escandalosa de la historia financiera de España", y por ese flanco arremetió. Y es que Rojo fue quien destituyó en diciembre de 1993 a Conde y al consejo del banco en el que estaba Pérez Escolar, tras comprobar la peligrosa deriva que había tomado la gestión del banco. Escolar, que todavía sangra por aquella herida, no podía dejar pasar la oportunidad de lanzar ayer sus dardos contra él. Le acusó de "cohecho" y de "haber permitido que Botín regalara acciones de Banesto a Alfredo Sáenz, que era un mero agente del Banco de España" cuando el Santander compró Banesto (Sáenz fue fichado por Botín junto a gran parte del equipo reflotador de Banesto tras comprarlo), lo que hizo saltar a Botín: "Esta presidencia no puede permitir imputaciones infundadas. Rojo nunca faltó a la verdad como quedó demostrado en el Parlamento".

El rifi-rafe continuó un buen rato entre abucheos y aplausos, hasta que Botín cortó el sonido. Pérez Escolar insistía: "Estaré hasta que concluya". No concluyó. Los tres que le siguieron le llamaron "dictador", se opusieron a aprobar las cuentas y, por supuesto, a la reelección del presidente tres años más.

El caso es que Rojo se estrenaba como consejero (ocupó el pasado mayo el hueco dejado por Juan Abelló en diciembre) y escuchó la pelea con su característico gesto de recogimiento. Para él, tanto tiempo dirigiendo la política monetaria y supervisando a los bancos, era toda una novedad vivir en directo una junta como ésta. Al final, el banquero hizo una alabanza a su fichaje estrella.

En las juntas de los grandes bancos, sus responsables acostumbran a valorar la actualidad política y económica. Botín dedicó poco tiempo al asunto, pero suficiente para decir lo que quería. Cuatro líneas le bastaron a Botín para alabar la política económica del Gobierno de Zapatero: "España sigue siendo una excepción dentro del contexto europeo. Nuestra economía crece con firmeza, apoyada en la demanda interna. La política económica del Gobierno se ha orientado en una dirección prudente, respetando el equilibrio presupuestario, lo que facilitará, a mi juicio, el mantenimiento de una evolución económica favorable".

Después de España saltó a Europa: "Debe encarar sin demora las reformas necesarias para ser más competitiva. El euro deberá jugar un papel fundamental en el futuro". En este punto no evitó la crisis generada por el no francés a la Constitución europea: "No creo que el voto negativo de algunos países tenga que ver con el euro, sino con la falta de confianza en la evolución económica". "La globalización, la deslocalización, los rápidos cambios tecnológicos y las modificaciones observadas en la estructura mundial son causas de incertidumbre", continuó. Para concluir: "Creo, sin embargo, que estos temas deben ser un estímulo para la integración europea y no factores de desaliento para la unidad de nuestros países".

Por último, Botín habló de educación. Es conocida su obsesión por esta cuestión y sus apoyos a los proyectos culturales y universitarios. "Invertir en educación es la mejor manera de contribuir al desarrollo económico y social de los países en los que estamos presentes". Además de su participación en el portal Universia y en el proyecto Santander Universidades, recientemente ha dado su apoyo, y allí estaba el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, para saborearlo, a la universidad del castellano en la localidad de Comillas.