Los agentes sociales inician una nueva fase en las relaciones laborales

CC OO y UGT estamparon ayer su firma, junto a la de la patronal Fomento del Trabajo, sobre un acuerdo que, según los agentes sociales y la Generalitat, abre una nueva etapa en las relaciones laborales en Cataluña.

El llamado Acuerdo Interprofesional de Cataluña (AIC), que pondrá orden en la actual maraña de convenios, representa "una vía de cambio y de reforma" a la hora de negociar los convenios colectivos, según declaró el presidente de Fomento, Juan Rosell, para quien el pacto plasma que sindicatos y empresarios están "en el mismo barco". Rosell firmó el acuerdo junto con Joan Coscubiela y Josep Maria Álvarez, secretarios generales de CC OO y UGT de Cataluña, respectivamente.

En línea con el acuerdo estratégico de competitividad que se firmó hace varios meses con la Administración, el AIC hace compatible la flexibilidad laboral que tanto reclaman las empresas con la seguridad laboral que exigen los trabajadores. Otras medidas que respalda son la formación y la regulación de la subcontratación, además de un impulso del tribunal laboral de Cataluña como mecanismo para encontrar soluciones extrajudiciales a los conflictos.

Así lo valoró el consejero de Trabajo e Industria, Josep Maria Rañé, quien celebró un acuerdo que no existía desde hacía 14 años como una "primera expresión del marco catalán de relaciones laborales".

Ahora, como enfatizó Coscubiela, el reto es llevar el AIC a la práctica, "a la realidad de la negociación colectiva". El líder de CC OO dio a entender que el camino hacia el acuerdo no ha sido un camino de rosas cuando aseguró haber tenido "momentos en los que la fe en el pacto" le abandonaba. El pacto "nace de la necesidad de cubrir los vacíos" en la negociación colectiva, dijo Álvarez, quien agradeció el trabajo de Carme Rangil, que no repetirá en la ejecutiva que el secretario general presentará en el congreso de UGT de la semana próxima. Sin embargo, dijo estar "convencido de que significa el inicio de una nueva etapa que no supone una ruptura, pero sí una discontinuidad" en las relaciones laborales.