"Deseo que me recuerden como a un amigo"
No hay quien pare a Michael Caine (Londres, 1933). El abuelo del cine inglés salta de película en película, cosechando premios y aguantando con buen humor cada campaña de promoción. En los últimos cinco años ha intervenido en 16 filmes, entre ellos, Embrujada, con Nicole Kidman, aún sin estrenar; o Batman begins, que llega hoy a las salas españolas y de medio mundo. A sus 72 años, Caine entra en la saga Batman interpretando al mayordomo y guardián del niño huérfano y futuro héroe de la ciudad de Gotham. El reloj ha dado marcha atrás en la nueva entrega para explicar los orígenes del murciélago humano. No sólo el contenido del cuento evoluciona desde una perspectiva histórica. También el tono de la película, más próximo a los dos primeros capítulos realizados por Tim Burton en 1989 y 1992. Christopher Nolan, director de Memento e Insomnia, cubre en tinieblas la acción de Batman begins y humaniza el papel protagonista que interpreta Christian Bale. Cuenta con un presupuesto de más de 60 millones de euros y un reparto estelar que completan Liam Neeson, Morgan Freeman y Gary Oldman, entre otros. "Hace años que soy una estrella del cine, el mejor trabajo posible en este mundo", dice Caine en una entrevista en Londres.
"Tengo el mejor trabajo en este mundo. Me permite hacer lo que quiero, viajar, conocer a gente..."
"Yo he enfocado mi vida a pasármelo lo mejor posible mientras pueda. Eso es lo que hago, disfrutar"
Pregunta. ¿Qué tiene Batman begins que no se haya cubierto en entregas anteriores?
Respuesta. Cuando me informaron del título fue lo primero que pregunté: ¿Qué significa empieza después de tantas películas de Batman? Realmente, el guión llega a los orígenes del personaje, a su infancia, y comprendes por qué se convierte en Batman y de dónde procede el símbolo del murciélago. Y, claro, es fascinante que dirija la película Christopher Nolan, autor de dos filmes de poco presupuesto. ¡Curiosa elección! Ha hecho un trabajo estupendo, muy distinto a los anteriores Batman. Su guión es lógico, realista y humano. Christian Bale, en el papel protagonista, tiene la oportunidad de mostrarse realmente como persona, lo cual implica que puede estar en peligro. El suspense es más genuino que en otros Batman.
P. ¿Juega con el estereotipo de mayordomo inglés?
R. Mi personaje no sólo es mayordomo, sino amigo y guardián del futuro Batman. Es una figura paternal. Me imagino su pasado en el Ejército, como sargento de las Fuerzas Especiales, una división muy dura. Le hirieron en una ocasión y para no alejarse de la vida militar se hizo cargo de la cantina de los soldados. No es el típico mayordomo servil. Lo interpreto además con el timbre de voz de un sargento que conocí en la mili.
P. ¿Le atrae la vida militar?
R. Serví dos años en Infantería y me enviaron a luchar en Corea. No me gustó nada la experiencia. No acepto bien la disciplina. Nunca hubiera sido un buen soldado. Quería ser arquitecto. Prefiero construir cosas que hacerlas volar.
P. ¿Reconoce el ambiente de miedo que reina hoy en el mundo?
R. Siempre hemos vivido así. Conviene recordar que vivimos todo el tiempo bajo la amenaza de la bomba atómica. Nos advertían constantemente de que tendríamos cuatro minutos antes de un ataque. Ahora hemos sustituido la bomba atómica por el terrorismo de un tipo u otro. Pero seguimos con la angustia de los cuatro minutos. Por eso yo he enfocado mi vida a pasármelo lo mejor posible mientras pueda. Eso es lo que hago, disfrutar.
P. ¿Qué es pasarlo bien para usted?
R. Sentir pasión por todo lo que haces y disfrutar con la gente que te rodea. Me encanta ir a fiestas, bueno, no a todas, sólo a los eventos especiales, y estar con mi familia. Soy un tipo muy hogareño. También soy una estrella del cine, el mejor trabajo posible en este mundo. Me permite hacer lo que quiero, viajar, conocer a buena gente...
P. ¿Hay algo que echa en falta en su vida?
R. Me gustaría ser abuelo. Me encantaría tener nietos varones. Tengo dos hijas, pero ningún hijo. Si la menor de mis hijas, Natasha, tuviera un niño, no lo vería nunca. Mi mujer, Shakira, se lo robaría. Si fuera niña no, pero sí se apropiaría del nieto.
P. Otros actores se quejan del acoso de los medios. ¿Usted no?
R. ¿Cómo se atreven a quejarse? Deberían arrodillarse y dar las gracias a Dios todos los días. La prensa sensacionalista no me molesta mucho. Han indagado en mi pasado, pero no hay nada por descubrir. Casado con la misma mujer desde hace 32 años, sin ninguna drogodependencia, alcoholismo... Soy un tema aburrido para los tabloides. Bueno, hace poco exigí una disculpa de un periódico. Publicaron dos fotos mías antes y después de la cirugía estética plástica en la cara. Nunca me he sometido a un estiramiento facial y van a disculparse. Es importante porque yo sigo trabajando y algunos directores pueden descartarme si creen que mi rostro ha sido retocado. Me dejarían de enviar guiones. Yo quiero trabajar, me gusta trabajar.
P. ¿Qué imagen le gustaría que el público guardara de sus interpretaciones en la última década?
R. Cuando me inicié en el cine, las grandes estrellas de entonces se miraban al espejo y decían "éste soy yo". En cambio, yo levanto el espejo y veo a los demás en él reflejados. Si hago una buena interpretación, el público debería ser capaz de ver la humanidad en mi personaje y preguntarse cómo es posible que yo conozca tanto sobre ellos, que sepa cómo se sienten. No deberían recordarme como una superestrella, sino como un amigo.
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