Puente sanitario para pacientes complicados
Dos hospitales adoptan un modelo de continuidad asistencial para enfermos con varias patologías
El perfil de los enfermos que ingresan en un hospital está cambiando rápidamente. No sólo tienen más años, sino que tienen más patologías. Son enfermos que sufren varias enfermedades crónicas a la vez y han de ingresar cada vez que una de ellas se descompensa. Recuperado del incidente, el enfermo vuelve a su médico de familia hasta la próxima descompensación, que puede ser antes de un mes. La actual organización hospitalaria basada en especialidades muy compartimentadas no facilita ni la continuidad en la atención de estos pacientes ni el planteamiento multidisciplinar que necesitan.
Hasta ahora, los pacientes crónicos se han tenido que adaptar a esta organización peregrinando por los distintos servicios. Pero hace tiempo que se plantea la necesidad de que sea el hospital el que adapte su organización a las necesidades de sus pacientes creando unidades específicas para este tipo de enfermos. El problema es que apenas se avanza.
El facultativo de cabecera puede consultar a cualquier hora y pedir el ingreso del paciente
El internista comparte con el médico de familia el seguimiento de los enfermos
Existen unidades de pluripatología en diferentes centros sanitarios, pero hasta ahora sólo dos hospitales, el Virgen del Rocío de Sevilla y el Doce de Octubre de Madrid, han adoptado un nuevo modelo de atención compartida entre el hospital y la red de asistencia primaria que garantiza, no sólo la atención integral de las diferentes patologías, sino también la continuidad en la asistencia y el manejo compartido de los pacientes.
Esto es lo que precisa Adoración Díaz, de 76 años, ingresada por una insuficiencia vascular en la unidad de Pacientes con Pluripatología y Atención Médica Integral (UPPAMI) del hospital Doce de Octubre, creada el pasado mes de diciembre. Tiene úlceras varicosas y lleva las piernas vendadas. "Me envió mi médico de cabecera porque sufro mucho. A los 25 años tuve una tromboflebitis y desde entonces siempre he tenido las piernas muy hinchadas. Hace un año sufrí un infarto de miocardio y ahora el dolor en las piernas es insoportable", dice.
En este modelo es el médico de familia quien se pone en contacto con el internista del hospital para activar lo que se denomina Plan de Atención Compartida. "A partir de ese momento, el tratamiento del paciente lo asumen a medias el médico de familia y el internista", explica Manuel Ollero, miembro fundador de la unidad Clínica de Atención Médica Integral (UCAMI), del hospital Virgen del Rocío de Sevilla, pionera en España de este modelo.
"Cuando se pone en marcha el plan, el médico de cabecera puede contactar directamente y en cualquier momento con el especialista del Servicio de Medicina Interna para consultar dudas, concertar ingresos o pedir el estudio de un paciente, y el internista ejerce de médico generalista en el hospital, evalúa al paciente, o facilita las consultas con otros especialistas. El médico de familia está informado de todos los pasos", añade Ollero. "En muchos de los pacientes es muy importante la prevención del riesgo vascular porque la mayoría son enfermos diabéticos, que sufren infartos o insuficiencia cardiaca o renal. Se trata de trazar un plan operativo completo, que ahora se hace especialmente en medicina interna por el carácter generalista de la especialidad, pero que se podría extender a otras áreas clínicas o quirúrgicas", agrega José Antonio Cuello, director de la UCAMI del Virgen del Rocío.
"Una de las razones del éxito es la comunicación personal y directa entre los profesionales sanitarios. El internista acude al centro de salud cada 15 días. En la sesión médica se discuten los casos y se crea una cultura favorable a compartir el manejo de los enfermos. El personal de ambos centros tiene un papel muy activo, especialmente las enfermeras", explica Jesús Medina, coordinador de la unidad del Doce de Octubre. "Algo tan sencillo como que el médico de familia pueda ponerse en contacto por teléfono con el internista a cualquier hora evita muchas veces que el paciente tenga que ir a urgencias. Y si el caso requiere ingreso, puede enviar al paciente directamente a la unidad", añade.
Entre las afecciones más frecuentes en los enfermos crónicos figuran insuficiencia cardiaca, diabetes con repercusión vascular importante, cardiopatía isquémica, insuficiencia renal o problemas neurológicos con déficit motor o cognitivo. El 85% de los los enfermos pluripatológicos tienen más de 65 años y, según el primer estudio prospectivo realizado en hospital de Sevilla, 38,9 de cada 100 pacientes ingresan una vez al mes. En esta investigación, que se publicará en la revista Medicina Clínica de junio, han participado 339 pacientes divididos en tres grupos: enfermos pluripatológicos (132), de cuidados paliativos (52) y pacientes generales (155). En el primer grupo se observó edad más avanzada, mayor mortalidad, mayor limitación funcional y mayor consumo de recursos asistenciales que en los pacientes generales. Casi un tercio de ellos presentaba por lo menos tres enfermedades distintas.
Las unidades integrales de pluripatología tienen tres ámbitos: unidad de día, hospital de día y área de hospitalización. En la unidad de día se realizan pruebas rápidas como extracción de sangre, ecocardiogramas o espirometrías con la misma prioridad que si el paciente estuviera ingresado, mientras que en el hospital de día se pueden realizar actos médicos más complejos como punciones lumbares, curas especializadas o transfusiones de hierro intravenoso.
La encuesta de satisfacción del usuario de 2003 de la UCAMI refleja una puntuación de 5,71 puntos sobre 6. Otra encuesta realizada a los 62 médicos de familia vinculados al programa indica que el 98,4% de ellos considera que sus pacientes están muy satisfechos o satisfechos con este dispositivo y valoran en 4,53 puntos sobre 5 la contribución del programa de continuidad asistencial. También los médicos vinculados al Doce de Octubre están satisfechos: "Antes de empezar a colaborar, el doctor Medina venía como consultor al centro de salud, pero fue a raíz de la creación de la unidad cuando se reforzó la relación. Los médicos estamos satisfechos porque cuando nuestros pacientes están ingresados estamos informados y podemos hacer un seguimiento", sostiene Isabel Sáez, médica de familia del centro de salud de El Restón de Valdemoro (Madrid).
Poner en marcha una unidad de este tipo no es tanto cuestión de presupuesto como de coordinación de recursos. La creación de la unidad del Doce de Octubre, en la que trabajan 26 profesionales, ha supuesto una inversión de unos 363.000 euros, teniendo en cuenta que la rehabilitación del espacio costó 300.000.
Una iniciativa de los internistas
En 1997, la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) y la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (SEMFYC) diseñaron unas recomendaciones de colaboración entre los facultativos de ambas especialidades de las que surgió la figura del internista de referencia: un internista del hospital que va al centro de salud y actúa de enlace entre la asistencia primaria y la hospitalaria. "El servicio de medicina interna del Virgen del Rocío ha estado siempre muy vinculado a todo el movimiento de renovación de la medicina interna en España y Andalucía. Cuando empezamos observamos que atendíamos a pacientes graves de difícil diagnóstico y a enfermos inestables con múltiples problemas, que eran atendidos de forma descoordinada por sus especialistas. Y lo que empezó siendo una experiencia con un centro de salud se fue extendiendo cada vez a más centros", relata Manuel Ollero, miembro fundador de la Unidad Clínica de Atención Médica Integral (UCAMI) del hospital Virgen del Rocío, de Sevilla.
Hoy tiene 125 profesionales, entre ellos 25 internistas que acuden a 26 centros de salud con una población de unos 640.000 habitantes. En cuatro años (2000-2004) esta unidad ha registrado un total de 45.882 consultas en la unidad de día, se han aplicado 41.044 tratamientos y se ha ingresado a 8.758 pacientes en el área de hospitalización, que tiene 47 camas, con una estancia media de nueve días. Sólo en 2003 se atendieron a domicilio a 11.704 pacientes.
"Es imprescindible que la sanidad española haga un esfuerzo para desarrollar estructuras como la que aplicamos en esta unidad. Así lo ha entendido la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía a la hora de plantear los procesos asistenciales. Yo ya no sabría hacer medicina sin un dispositivo como el que tenemos en esta unidad", sostiene José Antonio Cuello, director de la UCAMI de Sevilla.
La unidad del Doce de Octubre está formada por 26 profesionales, cuatro de ellos internistas de referencia que se responsabilizan de 11 equipos de atención primaria con una población de 216.000 habitantes. En cuatro meses (de enero a abril de 2005) se han atendido 674 pacientes en la unidad de día, 124 en el hospital de día y se han ingresado 307 pacientes, con una estancia media de unos 10 días.
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