Medio millón de mujeres mueren en el parto
El parto se sigue cobrando cada año la muerte de cientos de miles de madres en el mundo. Medio millón de fallecimientos, según la ONU. Y aun cuando el resultado no es tan trágico, las madres sufren a menudo importantes lesiones. Los expertos de Naciones Unidas calculan que se producen 10 millones de estos casos al año. El efecto es devastador para los niños, porque la ausencia o la invalidez de la madre aumenta su vulnerabilidad y el riesgo de caer en la pobreza. Los indicadores sobre los objetivos del Milenio revelan que, en el África subsahariana, uno de cada 100 niños nace sin madre, y en el Asia meridional la mortalidad maternal afecta a uno de cada 200 partos.
La brecha entre el mundo rico y los países subdesarrollados es de una magnitud enorme. En las regiones desarrolladas, la mortalidad materna afecta a 14 de cada 100.000 nacimientos. En las regiones en vías de desarrollo los fallecimientos causados por el parto se multiplican por 30 y afectan, de media, a 450 madres por cada 100.000 nacimientos. El dato es aún más escalofriante si se piensa que una entre cada 16 mujeres en el África subsahariana está condenada a morir a lo largo de su vida por el gesto natural de dar a luz, un momento que debería ser de plena felicidad para las familias.
El objetivo del Milenio es conseguir reducir, para 2015, la razón de la mortalidad materna en tres cuartas partes. La ONU reitera en su estudio que el riesgo para las madres podría reducirse significativamente si las mujeres dispusieran de los servicios de planificación familiar que necesitan, contaran con una buena atención médica durante el embarazo y el parto y tuvieran acceso a centros de atención obstétrica de emergencia para poder hacer frente a situaciones inesperadas. "Ése es el punto de partida", señala Naciones Unidas.
Pero la cifras siguen hablando por sí solas. Se calcula que 200 millones de mujeres siguen sin tener hoy acceso a servicios anticonceptivos seguros y eficaces. Unas veces porque son extremadamente pobres, otras por falta de educación y otras por el poder de sus parejas en las relaciones sexuales. Sin embargo, hay ejemplos alentadores. Bangladesh, a pesar de ser uno de los países más pobres, ha logrado reducir sustancialmente la mortalidad materna, y en Egipto se ha reducido a la mitad en sólo ocho años gracias al fomento de los servicios médicos.
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