La encrucijada de Schumacher
Superado por Barrichello en la última carrera y sin un coche que le pueda llevar al podio, el alemán pasa por su momento más difícil
Aunque él lo niega con todas las palabras y volumen, mucha gente implicada en el Mundial de fórmula 1 se pregunta hasta cuándo soportará Michael Schumacher la situación que está viviendo esta temporada. "Por primera vez, se empieza a sentir que Michael ha entrado en la misma dinámica que Mika Hakkinen el año antes de su retirada", indicó Peter Collins, el hombre que ayudó a explotar a Nigel Mansell, Johnny Herbert, Mika Haikkinen y Tonio Liuzzi, al diario The Independent. "En Mónaco o en Imola demostró que el fuego interior de la competición todavía sigue vivo, pero en muchas ocasiones acusa la impotencia de que su coche no le acompañe en sus deseos de victoria. Es lo mismo que le ocurría a Hakkinen en 2000 con McLaren". El finlandés, doble campeón mundial, se retiró al final de 2001.
A sus 36 años, los problemas se le acumulan a Schumacher. Mientras Bridgestone no consigue aportar unos neumáticos capaces de dar todo su potencial a una sola vuelta, circunstancia que dificulta que los dos pilotos de Ferrari puedan salir en las primeras líneas de la parrilla, Ferrari tampoco encuentra la mejor solución para adaptar la parte frontal de su coche a las necesidades de las gomas. La conclusión es que el equipo está inmerso en un mar de dudas y que, en algunas ocasiones, incluso se han planteado comenzar de nuevo con todo el proyecto de F2005, el primer coche diseñado por Aldo Costa, tras el anuncio de que el surafricano Rory Byrne ha decidido jubilarse y dedicarse a dar clases en su escuela de buceo.
Hasta ahora, Schumacher ha pisado una sola vez el podio, cuando fue segundo tras un duelo espectacular con Fernando Alonso en Imola, pero no ha conseguido todavía ninguna victoria. Es la primera vez desde 1991, el año que entró en la F-1, que le ocurre eso. Y todavía más grave es el hecho de que el segundo piloto de Ferrari, Rubens Barrichello, ha estado dos veces en el podio -segundo en Australia y tercero en Nurburgring- y no está dispuesto a seguir ninguna orden de equipo para ceder el paso a su jefe de filas. La excelente relación que había existido entre los dos pilotos se ha ido deteriorando esta temporada, a medida que Schumacher dejaba de ser imbatible y podría concluir con la marcha del brasileño al final de curso. En Montecarlo, Barrichello estalló incluso cuando el kaiser le pasó en las últimas curvas en una maniobra que el brasileño no esperaba de su compañero de equipo.
"No parece que estemos tan lejos de los tiempos de Eddie Irvine. Y yo ya no estoy en la situación de 2002, cuando tenía que ceder la victoria a Schumacher", se quejó Barrichello. "En el futuro voy a considerar a Michael no como un compañero de equipo sino como un piloto como cualquier otro. Michael y yo hemos afrontado varias situaciones en carrera y siempre tuve que pensar en sus intereses y en los del equipo. Ahora piloto en cada carrera con el objetivo de ganar".
Nadie podrá cuestionar que Schumacher ha sido el corredor más laureado de la historia, con siete títulos, 83 victorias y 138 podios. Pero no le gusta sentirse cuestionado como ahora por algunos pilotos, como Fernando Alonso, que ya no habla de él como de un rival a tener en cuenta, o Favio Briatore, el patrón de Renault, que dejó entrever que su mentalidad ya no era la adecuada para luchar contra los jóvenes. "No estoy pensando en la retirada", responde Schumacher para salir al paso de tanto comentario. "Dije que me retiraría cuando no pudiera luchar con los jóvenes pilotos, y no es el caso: me siento con capacidad para estar delante de ellos. Correr me sigue divirtiendo". Y en Canadá especialmente. Es el piloto que más carreras ha ganado en Montreal: siete, las tres últimas consecutivas. Pero este año aún no se ha estrenado: Alonso ha ganado cuatro pruebas y Raikkonen, dos. Curioso: ambos se disputan el puesto de Schumacher en Ferrari.
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