La Eurocámara acepta reducir las cuentas de la Unión

El Parlamento Europeo apostó ayer por una fórmula salomónica al definirse sobre el marco financiero de la Unión para el periodo 2007-2013: ni tanto dinero como propone la Comisión para las arcas comunitarias ni tan poco como exigen los seis países más ricos del club. La Eurocámara aprobó por 426 votos a favor, 140 en contra y 122 abstenciones su informe sobre las futuras Perspectivas Financieras y fijó el techo presupuestario en 883.329 millones de euros (el 1,07% del Producto Interior Bruto de la UE) frente a los 1.022 billones propuestos por la Comisión (1,14% del PIB) o los 815.000 planteados por los más ricos.

La votación del Parlamento no es vinculante en esta fase, pero sí es un mensaje para los jefes de Estado y Gobierno que se reunirán el 16 y 17 en Bruselas con el doble objetivo de sacar a Europa de la crisis y aprobar ese marco financiero. Además, y como ayer recordó el presidente de la Cámara, Josep Borrell, el voto de los eurodiputados será vinculante al final de proceso. "Por encima de todo, los Estados miembros deben tener presente que, sin el Parlamento, no habrá acuerdo sobre las Perspectivas Financieras. Debemos decidir juntos". Aunque la propuesta de la Eurocámara mantiene que se dedique a cohesión el 0,41% del PIB, el autor del informe, el alemán Reimer Böge (PPE), no incluyó la exigencia de los eurodiputados españoles para que España siga recibiendo dinero del Fondo de Cohesión al que, en teoría, ya no tiene derecho porque su renta por habitante ha superado el 90% de la media europea.

Reino Unido amenaza con el veto si se elimina o reduce el cheque británico

Además, el informe abre la puerta a que las ayudas agrícolas para Rumania y Bulgaria, que entrarán en 2007, sean cofinanciadas con cargo a los presupuestos nacionales, lo que también perjudica a España. Por todo ello, los eurodiputados españoles se abstuvieron ayer. El presidente de la Comisión de Política Regional, Gerardo Galeote (PP), señaló que la propuesta puede evitar "una pérdida masiva" de fondos, pero "podría haber sido mejor" si el Grupo Socialista hubiera apoyado ese periodo transitorio para el Fondo de Cohesión del que España recibe 11.600 millones entre 2000 y 2006. La presidencia de la UE, Luxemburgo, fija el techo presupuestario de la Unión en 871.000 millones y sí contempla un periodo transitorio de dos años (2007 y 2008) para España.

Ante la crucial cumbre de la semana próxima, sigue habiendo graves discrepancias y el riesgo de parálisis en el club aumentará si no hay acuerdo presupuestario. El Reino Unido amenaza con el veto si se elimina o reduce el cheque británico (unos 5.000 millones que ahora Bruselas le devuelve de las aportaciones inglesas a las arcas comunitarias). La presidencia de la UE ha propuesto que ese cheque sea en 2007 de 4.700 millones (la media de los últimos años) para ir reduciéndolo en los años posteriores. Los seis más ricos (Alemania, Holanda, Austria, Suecia, Francia y Reino Unido) quieren rebajar el presupuesto al 1% del PIB de la UE. Italia tampoco descarta el veto porque se siente muy perjudicada en la pérdida de fondos a sus regiones del sur.

España exige aliviar la pérdida de fondos que va en paralelo al aumento de sus aportaciones por su mayor nivel de riqueza. Por eso, el saldo de 48.000 millones a favor de España en el actual periodo financiero (2000-2006) queda en 5.000 millones para 2007-2013 con la propuesta de la Comisión. Con esa fórmula, España, el país más beneficiado hoy, se convertirá en contribuyente neto en 2013. Luxemburgo, país que preside la UE, estudia la posibilidad de ampliar el Fondo de Cohesión para España hasta 2009.