El 'lobby' financiero critica el escaso peso de Barcelona y pide la bicapitalidad con Madrid
El sector reclama la presencia de la Generalitat en el Banco de España y en la CNMV
Hace 15 años, en plena euforia preolímpica, Barcelona llegó a aspirar a ser la sede del Banco Central Europeo (BCE). Hoy, la capital catalana ni siquiera rivaliza en fuerza con Madrid en cuanto a las finanzas. "Todo parece alejarnos de una bicapitalidad económica", subraya el informe que la Asociación Barcelona Centro Financiero Europeo presentó ayer ante el consejero de Economía y Finanzas, Antoni Castells. Los financieros subrayan que el marco jurídico no es un obstáculo para que Barcelona tenga un peso mayor y reclaman que la Generalitat esté presente en los "órganos decisorios" de instituciones como el Banco de España y la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
La Asociación Barcelona Centro Financiero Europeo promueve la ciudad como plaza financiera desde 1991 y está presidida por Antoni Massanell, director general adjunto ejecutivo de La Caixa, quien advirtió en la presentación del informe que estas plazas son relativamente fáciles de "deslocalizar". Los financieros juegan con bazas como la existencia de entidades robustas como La Caixa y Banc Sabadell y con los niveles de contratación de la Bolsa de Barcelona, que ya representan el 28% del volumen que se negocia en el conjunto de bolsas.
En el acto, celebrado en la entidad bursátil barcelonesa en presencia de su presidente, Joan Hortalà, Castells habló del "momento dulce en la historia" que vive Barcelona en relación con otras épocas. Sin embargo, para hablar con propiedad de una plaza fuerte en cuanto a finanzas, los financieros advierten de que el volumen de operaciones internacionales realizadas en Barcelona debería ser mucho mayor.
El informe que encargó la asociación, elaborado por el profesor de Derecho Público Económico de la Universidad Pompeu Fabra (UPF) Joan Roca, constata que no se ha producido el refuerzo de Barcelona como centro financiero por tres causas.
Primero, por las "tendencias centralizadoras de los últimos años", una alusión velada a los años de Gobierno del PP. En segundo lugar, a causa de la "desigual" creación de infraestructuras en el territorio. Y, por último, se echa en falta entre los empresarios catalanes que prevean el crecimiento de sus negocios recurriendo al mercado de capitales. "Las empresas están más acostumbradas a ir a los bancos a buscar créditos que a dejarles entrar en su capital", reflexiona Roca.
Reforzar las bolsas españolas, especializándolas, es otra propuesta de los financieros, principalmente catalanes, quienes piden que la Generalitat esté presente en los órganos decisorios del Banco de España (Consejo de Gobierno y Comisión Ejecutiva). Para ello habría que cambiar la Ley de Autonomía de la autoridad monetaria (1994). Los financieros creen que a partir de esta ley podría promoverse más participación de las autonomías.
También se reclama presencia de la Generalitat en el consejo de la CNMV. Hoy, el Gobierno catalán ya está presente, a través de Miquel Salazar, en el comité consultivo del supervisor de los mercados. Pero se reclama que se extienda la participación a "otros comités y comisiones" decisorios. Una sentencia del Constitucional de 1997 desestimó la necesidad de representación en el consejo de la CNMV "porque la ley no lo recoge, no porque no lo ampare la Constitución", señaló Roca.
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