Un grupo violento mata a un joven en las fiestas de Berga
Nueve de los detenidos tienen antecedentes y el arma homicida es una navaja ilegal
Un joven de 22 años, Josep Maria Isanta, murió ayer por una agresión de arma blanca en Berga (Barcelona), en las inmediaciones de donde se celebraba un concierto promovido por grupos anarquistas e independentistas en los actos alternativos de la tradicional fiesta de la Patum. Los Mossos d'Esquadra detuvieron a 18 jóvenes de varias nacionalidades e identificaron a un menor de 14 años en relación con la agresión. La policía los define como un grupo camorrista.
Con motivo del suceso, el Ayuntamiento de Berga y los grupos que organizan la Patum decretaron la suspensión de los actos de ayer, una de las fiestas más populares de Cataluña. Además de la persona fallecida, tres jóvenes más resultaron heridos por arma blanca, uno de ellos de carácter grave.
La víctima había acudido en ayuda de su hermano, que estaba rodeado por un grupo de unas treinta personas, algunas de los cuales lucían camisetas de simbología ultraderechista y uno, una navaja ilegal de tipo mariposa que mostró de manera ostensible, lo que ocasionó una salida en masa del grupo que se encontraba en el concierto. La consejera de Interior de la Generalitat, Montserrat Tura, que acudió ayer a Berga, afirmó que los hechos no estaban relacionados con móviles racistas o políticos y los calificó de acto criminal violento, "de origen diverso".
El clan de los Catoños
Entre los detenidos se encuentra como mínimo una persona de un grupo conocido en Berga por su violencia, el denominado clan de los Catoños, y una persona, Santiago S. P., que el pasado jueves había sido detenido por los mossos por consumo de droga y puesto a disposición judicial con una orden de búsqueda por un delito anterior. Sin embargo, quedó en libertad.
Berga aún recuerda que hace cinco años uno de los catoños también hirió con arma blanca a un joven de Berga que se debatió entre la vida y la muerte. Una parte de este clan ha sido expulsada de diversas poblaciones, entre otras Puig-reig, por su elevada conflictividad social.
Los actos tuvieron lugar sobre la una de la madrugada. El presunto grupo agresor intentó introducirse en el concierto, pero fue expulsado por los organizadores. Poco después, el grupo ya fue mucho más numeroso y entre ellos, según testimonios de testigos presenciales, uno lucía una navaja amenazante. De los 18 detenidos, ocho son de nacionalidad española, tres ecuatorianos, tres marroquíes, dos bolivianos y dos polacos. Entre ellos, nueve tienen antecedentes policiales por violencia, según afirmó ayer Tura. Las investigaciones iniciales apuntan a que el autor de los hechos estaría entre los detenidos de nacionalidad española.
Los incidentes se produjeron en una zona de carpas musicales. El grupo atacante se enzarzó en una pelea, calificada de agresión por los grupos que organizaban el acto, de donde el joven Josep Maria Isanta Casellas salió herido y sangrando, con tres lesiones por navaja. Recorrió unos metros en busca de un centro de asistencia sanitaria, pero la herida le afectó una parte vital alrededor del corazón y fue mortal. Murió en la calle Lluis Millet.
El cuerpo sin vida fue trasladado hasta el hospital Sant Bernabé de Berga, donde intentaron reanimarlo, sin éxito.
Entre los 18 detenidos, los Mossos creen que se encuentra el agresor, aunque el juez de Berga que instruye el caso ha declarado secreto de sumario y no se ha hecho público este extremo. La consellera Tura manifestó que "más que una afirmación que el agresor esté entre los detenidos, es un deseo".
Luto y críticas a los Mossos
Miembros del Ayuntamiento de Berga expresaron ayer su temor ante estos actos de violencia. Ramon Camps, alcalde de Berga, dijo estar preocupado por que los incidentes "no generen una reacción de racismo", al encontrarse entre los detenidos jóvenes inmigrantes, además de ocho españoles. Camps explicó que los detenidos responden a un colectivo de gente relacionado con el mundo de la delincuencia, y que han sido detenidos en diversas ocasiones por delitos inicialmente menores.
La consejera de Interior, Montserrat Tura, se mostró especialmente preocupada por que la agresión de ayer no genere más violencia en un acto de revancha, e instó a la población de Berga a que "todos los que quieran ayudar, que nos aporten pruebas y evidencias claras, que testifiquen ante la policía para aclarar los hechos". El Ayuntamiento de Berga, además de suspender los actos de ayer de la Patum, decretó tres días de luto, con las banderas a media asta y luciendo un crespón negro. El joven era miembro de la comparsa dels Nans Nous (Cabezudos Nuevos) que bailan en la ceremonia de la Patum. Hoy se reducirá el programa de la fiesta que aspira a ser declarada Patrimonio de la Humanidad.
Los organizadores de los actos acusaron a la policía autonómica de haber reaccionado tardíamente y de haber llegado al lugar cuando la pelea ya llevaba mucho tiempo. Ayer hubo distintas concentraciones de vecinos en la plaza de Berga y los comerciantes cerraron sus tiendas.
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