Berga vive una fiesta marcada por el duelo y la crítica

La ciudad barcelonesa de Berga ha celebrado hoy la festividad de la Patum de Lluiment marcada por el dolor, las muestras de duelo y las críticas a la actuación policial que, según algunos sectores de la población, no actuó con la rapidez necesaria durante la pelea en la murió el joven Josep Maria Isanta. El presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, ha pedido al pueblo, que hoy le abucheado a la salida de la Iglesia, que tenga "confianza en la justicia" para resolver el caso del joven de 22 años que murió acuchillado en la madrugada del sábado.

Maragall se ha mostrado convencido que "la justicia cumplirá con su deber" y ha reconocido que "ahora mismo, no podemos hacer nada más que compartir el dolor de la familia y confiar en que los tribunales hagan su trabajo". El presidente de la Generalitat ha sido abucheado a la salida de la iglesia de Santa Eulalia, cuando se dirigía con el resto de autoridades al balcón del Ayuntamiento para presenciar la Patum de Lluiment, uno de los actos claves de estas fiestas. En la plaza algunas comparsas han mostrado su malestar con la Generalitat, con el Ayuntamiento de Berga y sobretodo con los Mossos d'Esquadra.

Maragall, y el alcalde de Berga, Ramon Camps, situados en el balcón consistorial, no han recibido el tradicional saludo de la áliga, el elemento más emblemático de la Patum y que siempre saluda a la Iglesia y al Ayuntamiento. Además, la guita xica ha salpicado un cartel de la plaza con el eslogan Mossos: on éreu? ("Mossos: donde estabais?), en protesta por la actuación policial. Los organizadores de la fiesta libertaria donde se produjo la pelea han criticado la "pasividad" de los Mossos y la Policía Local y han asegurado que avisaron a la policía cuando el agresor mostró ostensiblemente la navaja, pero los agentes llegaron demasiado tarde.

El PP pedirá explicaciones

Fuentes de los Mossos han respondido que la primera llamada que recibieron se cortó sin recibir la información necesaria y cuando finalmente supieron dónde se estaba produciendo la pelea tardaron dos minutos en llegar. Asimismo, han recordado que nueve personas fueron detenidas "rápidamente" por su implicación en la pelea y otros nueve poco después. Cinco de los 18 detenidos ayer han pasado hoy a tutela de la Fiscalía de Menores y han sido trasladados a la capital catalana, mientras que el resto de los detenidos pasará a disposición judicial mañana. Un menor de 14 años fue puesto en libertad la misma noche del viernes al sábado por ser demasiado joven para ser imputado y otro menor quedó en libertad ayer al no encontrarse pruebas suficientes contra él.

Quedan todavía 13 detenidos, muchos de ellos con antecedentes penales, que durante el día de hoy han sido interrogados por la policía autonómica. Fuentes de la investigación citadas por la Cadena SER han confirmado que los incidentes estuvieron instigados por ultraderechistas contra un grupo de independentistas, que festejaban un concierto. Si ayer los Mossos d'Esquadra, la Generalitat y la Delegación del Gobierno aseguraban que no se trataba de un brote racista, hoy esta versión se ha visto matizada.

Grupos independentistas aseguran que un nutrido grupo de gente de extrema derecha comenzaron la reyerta, un extremo que el Ayuntamiento y el Gobierno autonómico no han confirmado. Desde el PP catalán, su presidente, Josep Piqué, ha anunciado que pedirán explicaciones al presidente porque a su criterio esto se veía venir: "Todo apunta a que había temores e indicios por parte de los ciudadanos de que podía ocurrir algo semejante". Además de condenar los hechos, Piqué ha anunciado que "pedirá algún tipo de responsabilidad política si se demuestra fallos en la prevención de los incidentes".