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El Consejo Escolar rechaza la asignatura de Educación para la Ciudadanía

Carmen Morán Breña

La comunidad escolar no logra ponerse de acuerdo. Y, cuando se pone de acuerdo, consigue tumbar lo acordado en unas pocas horas. Así ocurrió ayer en el pleno del Consejo Escolar del Estado, donde están representados padres, alumnos, profesores, patronal, titulares de centros, peresonalidades de prestigio en el mundo educativo.

El pleno aprobó por la mañana el informe sobre la nueva ley educativa que había elaborado días atrás su comisión permanente. En él se recogía, por ejemplo, que la asignatura de Educación para la Ciudadanía, propuesta por el Gobierno, formaría parte del programa escolar. Pues unas horas más tarde el pleno votó en contra. ¿Cómo un organismo puede decir sí y no el mismo día al mismo texto? En el pleno están representadas algunas organizaciones que no tienen cabida en la comisión permanente, la encargada de elaborar los informes, y ese es el motivo por el que los votos se inclinan ora de un lado, ora del otro, a medida que cada grupo va presentando enmiendas al informe. Por eso, cuando ayer se les preguntaba a los consejeros de qué servía haber aprobado por mayoría dicho informe, ellos respondían: "De nada".

Ayer se aprobó también convertir en obligatorio el segundo ciclo de la educación infantil, el que va de los tres a los seis años, edades en las que la escolarización es voluntaria en España. Eso sí estaba en sintonía con lo aprobado días atrás. El Consejo pidió al Gobierno, además, que fije "como mínimo" el 65% de los contenidos académicos que tendrán que estudiar todos los escolares del país. El proyecto de ley establecía ese porcentaje "como máximo". Los representantes de la Administración se abstuvieron en esta votación.

Los consejeros comenzaron ayer una sesión que se prolongará hoy todo el día porque tienen que debatir un total de 1.813 enmiendas, aunque algunas de ellas puedan verse agrupadas. Muchas tratan cuestiones de forma, una redacción incorrecta, matizable... Eso fue muy criticado en los pasillos porque los consejeros entienden que ese tipo de enmiendas deberían filtrarse con anterioridad para debatir a fondo sobre educación en el pleno.

La confederación de padres católicos (Concapa) abandonó el pleno a las ocho de la tarde. Su enmienda a la totalidad no fue aprobada por la mañana. También el Sindicato de Estudiantes, sin representación en la comisión permanente, presentó una enmienda a la totalidad que no prosperó.

Las decisiones del Consejo no son vinculantes.

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Sobre la firma

Carmen Morán Breña
Trabaja en EL PAÍS desde 1997 donde ha sido jefa de sección en Sociedad, Nacional y Cultura. Ha tratado a fondo temas de educación, asuntos sociales e igualdad. Ahora se desempeña como reportera en México.

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