El Estatuto valenciano abre la puerta a la reforma territorial y genera tensión en el PP

El acuerdo entre populares y socialistas para reformar el Estatuto de la Comunidad Valenciana fue recibido ayer con satisfacción en las filas del PSOE, que considera que la vía valenciana abre la puerta de las reformas territoriales, especialmente en comunidades como Andalucía y Cataluña. En el PP la reacción fue dispar y generó tensiones internas entre los populares valencianos, divididos entre partidarios del presidente, Francisco Camps, y del ex presidente y portavoz del PP, Eduardo Zaplana. El Gobierno anunció que apoyará la reforma, mientras que el líder popular, Mariano Rajoy, optó por guardar silencio.

El presidente de la Generalitat, el popular Francisco Camps, aseguró ayer que "no va a haber 17 agencias tributarias", porque se trata de una decisión multilateral que debe ser refrendada por el Gobierno, las Cortes Generales y las comunidades autónomas. Una afirmación coincidente con la formulada por la secretaria de Política Autonómica del PP, Soraya Saénz de Santamaría, que insistió en que la reforma valenciana no avala 17 agencias tributarias y 17 tribunales superiores de justicia. "Para nosotros es el modelo a seguir", dijo la dirigente nacional del PP, que aseguró que había existido "coordinación constante" con la dirección del partido en Valencia.

Camps, que ayer se reunió en Palma de Mallorca, con su homólogo balear, Jaume Matas, quiso tranquilizar a quienes desde su propio partido expresaron en privado su preocupación por una reforma que prepara el entramado institucional de la Generalitat valenciana para contar con una agencia tributaria propia, consorciada con el Estado, y asumir una posible reforma destinada a territorializar el Consejo General del Poder Judicial, convirtiendo el Tribunal Superior de Justicia en última instancia ordinaria. Matas coincidió con Camps en la necesidad de contar con el doble consenso PP-PSOE en los Parlamentos autonómicos y en el Congreso de los Diputados, pero indicó que la reforma del Estatuto balear tiene "puntos de partida distintos" al valenciano, informa Andreu Manresa.

Ya de regreso a Valencia, Camps insistió: "La reforma que hemos pactado es constitucional, leal y al servicio de los ciudadanos de la Comunidad Valenciana y de todos los españoles".

En el PP de la Comunidad Valenciana, el sector afín al portavoz en el Congreso, Eduardo Zaplana, expresó en privado su malestar. El presidente de las Cortes Valencianas, Julio de España, se quejó de que no se le hubiese informado del acuerdo y lamentó que no se le hubiese invitado a la presentación del mismo, realizada en el complejo parlamentario.

Desde la dirección nacional del PP se optó por el mutismo. El portavoz parlamentario y ex presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, se negó a opinar hasta conocer el contenido del pacto alcanzado por su partido en Valencia con los socialistas.

Por su parte, el secretario general del Partido Socialista del País Valenciano (PSPV-PSOE), Joan Ignasi Pla, celebró ayer con cava el acuerdo alcanzado con el PP, tanto en la sesión extraordinaria que mantuvo con el grupo parlamentario como con la ejecutiva. Pla reiteró su satisfacción por una reforma estatutaria que prevé una financiación "suficiente y adecuada" para la prestación de los servicios públicos y reiteró que el nuevo Estatuto no supone hablar de 17 agencias tributarias "que hagan sus funciones al margen de la estatal, sino de una agencia tributaria consorciada con el Estado". El dirigente de los socialistas valencianos también señaló que el Estatuto no es el marco para definir un modelo de financiación autonómica que debe ser fruto de un acuerdo multilateral.

José Luis Rodríguez Zapatero mostró su apoyo explícito a la reforma del Estatuto valenciano en la sesión de control del Senado. Zapatero recordó su compromiso con las reformas territoriales emprendidas y pidió que estas cuestiones no sean utilizadas en las luchas partidistas porque afectan "a las bases de nuestra convivencia".

El vicepresidente económico, Pedro Solbes, que el pasado lunes acudió a Valencia a respaldar la propuesta de una agencia tributaria consorciada con el Estado como defendía el PSPV, aseguró ayer que la reforma valenciana "está totalmente en línea" con su pensamiento. Solbes reiteró que defiende la creación de espacios fiscales específicos de las comunidades autónomas sin cuestionar la existencia de una Agencia Tributaria estatal.

En Granada, el consejero de la Presidencia de la Junta de Andalucía, Gaspar Zarrías, confió en que el pacto alcanzado en Valencia "ilumine" al PP andaluz para que constate que "el intento de boicotear la reforma estatutaria es una operación abocada al fracaso".