_
_
_
_
_
ATENTADO DE ETA EN MADRID

Rajoy suaviza el tono de sus ataques a Zapatero sobre ETA sin alterar su posición

El PP interpreta que el atentado muestra que la banda no tiene voluntad de dejar la violencia

El eco del atentado de ETA llegó ayer al Congreso y al Senado y amortiguó, en parte,el ruido de las últimas semanas sobre la lucha antiterrorista. El jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el líder de la oposición, Mariano Rajoy, así como el portavoz del PP en el Senado, Pío García Escudero, se mostraron suaves en las formas durante las sesiones de control al Ejecutivo, pero sin el menor cambio de posición. En el Congreso, incluso surgieron asperezas en la confrontación entre el secretario general del PP, Ángel Acebes, y la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega.

El presidente, al líder del PP: "Espero que el hábito sea compartir más que discrepar"
Más información
Rubalcaba: "Que los asesinos desistan, porque nunca lograrán sus objetivos"
El Ejecutivo vasco señala que ETA quiebra las esperanzas de paz
Batasuna advierte al PSOE contra una posible ilegalización de EHAK

Joan Puigcercós (ERC) abrió la tarde parlamentaria con la "condena más enérgica" del atentado de ayer por la mañana y el apoyo al Gobierno "para utilizar todos los medios posibles" para acabar con el terrorismo. Más tarde, el portavoz de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, insistió en la condena, sugirió que cuanto menos se hable "menos necesidad tendrá ETA de manifestar que todavía está viva" y formuló una petición: "Trabajemos para que finalmente llegue la paz".

Entre uno y otro, le correspondió preguntar a Rajoy. Estaba previsto que inquiriese la opinión de Zapatero sobre unas declaraciones del dirigente de la ilegalizada Batasuna Arnaldo Otegi. No hubo la más leve mención de este asunto. Rajoy condenó el atentado de ayer y se limitó a dejar constancia de la sima que se ha abierto entre el Gobierno y el PP en torno al terrorismo. Sus palabras fueron muy medidas: "Todos sabemos que en estos momentos tenemos profundas discrepancias en la estrategia de la lucha contra el terrorismo, muy a mi pesar". Insistió en su estrategia de "derrotar a ETA" como "método para hacer desaparecer las bombas", y concluyó que en una día como ayer lo que debía hacer era dar apoyo "a las Fuerzas de Seguridad del Estado, al Estado de derecho y a los responsables del Gobierno para perseguir a los autores, recabar la colaboración internacional, ponerlos a disposición de la justicia, hacerles pagar sus crímenes y asegurar la tranquilidad y la libertad de los españoles". En definitiva, el programa de lucha policial y judicial frente a ETA, sin la mínima concesión a la puerta abierta por el Gobierno a un diálogo con ETA si deja las armas.

Zapatero agradeció a Rajoy su tono, pero le recordó que era la cuarta vez que le pregunta por la lucha antiterrorista y expresó su confianza en que "a partir de ahora el hábito sea más de compartir que de discrepar".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

El presidente también insistió en su estrategia: "ETA sólo tiene un destino, desaparecer y hacer desaparecer junto a ella el dolor que provoca. Y los terroristas saben", prosiguió dejando clara la discrepancia con Rajoy, "que la única posibilidad de que su voz sea escuchada pasa por el abandono definitivo de la violencia".

Rajoy insistió en hablar del Pacto Antiterrorista como algo del pasado. "Había", dijo, una estrategia con la que ETA no tenía "más alternativa que ser derrotada". En el pacto, así entendido, estará el PP, aseguró Rajoy.

Zapatero le recordó que el pacto pide que no se haga "confrontación partidista", y acabó con un llamamiento: "Sé que su deseo es igual que el mío, ver el fin de ETA, y le convoco a que lo hagamos juntos, con toda la Cámara y con todos los españoles".

Por la mañana, en el Senado,minutos después del atentado, García Escudero también mostró su solidaridad con el Gobierno, pero enseguida lanzó un mensaje idéntico al que Rajoy expuso por la tarde: "Una vez más, mi partido le apoya a usted y a su Gobierno en la lucha contra ETA, porque no parece que el hecho que se acaba de producir sea un deseo de negociación de la banda terrorista, sino más bien un intento de presión. Y lo que sí se ha demostrado hasta ahora realmente eficaz en la lucha contra el terrorismo es el trabajo de las fuerzas de seguridad, los jueces y la presión social".

Zapatero respondió sin tiempo casi para conocer el alcance del atentado. "Reitero cuál es el objetivo del Gobierno: combatir el terrorismo y acabar con el terrorismo", proclamó entre protestas de los populares y aplausos de los socialistas. "Deseo que ése sea en el futuro un trabajo de plena unidad, en el que todos nos sintamos identificados con una política antiterrorista. Zapatero insistió en que "el único destino que tiene la banda terrorista ETA es abandonar las armas y disolverse". También reconoció que la "máxima responsabilidad" para buscar la unidad frente a ETA le corresponde a él, y se comprometió a buscarla.

Por la tarde, en el Congreso las protestas fueron escasas pero visibles cuando la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, respondió a una pregunta del secretario general del PP, Ángel Acebes, sobre unas declaraciones en las que Otegi asumió el resultado electoral del Partido Comunista de las Tierras Vascas, y le afeó que no tenga clara la petición de ilegalizar ese partido.

Fernández de la Vega empezó por decirle que, a la vista de su pregunta, dudaba de que resultase "muy creíble" la intervención de Rajoy y añadió que el Gobierno "ha cumplido, y cumple, la Ley de Partidos Políticos". Acebes le reprochó que tenga la "mala costumbre de no contestar nunca a lo que se le pregunta". La vicepresidenta primera acabó por lanzarle un reproche que irritó a los diputados populares: "Usted sigue en lo que siempre ha estado, en la utilización del terrorismo".

Hubo otra alusión espinosa al terrorismo durante la sesión de control. El portavoz del PP, Eduardo Zaplana, preguntó al ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, por la política hacia Cuba, y lanzó esta diatriba: "En las dictaduras, hay que apoyar siempre a los demócratas; en la lucha contra el terrorismo, a las víctimas, y qué pena que ustedes no hagan ni una cosa ni la otra".

Gaspar Llamazares (izquierda) conversa con Alfredo Pérez Rubalcaba en presencia de Fernández Marugán.
Gaspar Llamazares (izquierda) conversa con Alfredo Pérez Rubalcaba en presencia de Fernández Marugán.LUIS MAGÁN

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_