El Ejecutivo vasco señala que ETA quiebra las esperanzas de paz

El Gobierno vasco condenó ayer el atentado de ETA con coche bomba en Madrid, y su portavoz en funciones, Miren Azkarate, acusó a la banda terrorista de "quebrar los deseos y esperanzas de paz de los vascos". En la misma línea, el PNV pidió a los terroristas que no frustren las expectativas que "han anidado" en la sociedad. Para los socialistas vascos, es hora de que todos los partidos se reagrupen en torno al Ejecutivo central frente a ETA.

Azkarate preguntó a la organización terrorista si su contribución a un proceso de pacificación y normalización consiste en colocar artefactos contra empresarios vascos y bombas en Madrid. Para el Gobierno autónomo, esta acción terrorista "vuelve a romper los deseos de paz de la mayoría de la sociedad y de la mayoría también de las bases de la izquierda abertzale". La consejera exigió una vez más a ETA que se retire: "Que nos deje en paz y nos permita decidir nuestro futuro en paz y en libertad".

El PNV, en la misma línea, pidió a la banda que no frustre las expectativas de paz que "anidan en el conjunto de la sociedad vasca". La secretaria de su ejecutiva, Josune Ariztondo, mostró la solidaridad de su partido con el pueblo de Madrid, y tras condenar el atentado subrayó que "es totalmente inaceptable la amenaza de la violencia como instrumento para la consecución de objetivos políticos". Según dijo, este tipo de acciones están en los antípodas de la propuesta propugnada por Batasuna el pasado 14 de noviembre para conseguir la pacificación.

El ex presidente peneuvista Xabier Arzalluz dijo que no cree que ETA abandone las armas si no logra la autodeterminación del País Vasco, al tiempo que consideró que el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, no tiene "columna vertebral" ni "fuerza política y personal" suficientes para afrontar con éxito un proceso de diálogo para acabar con el terrorismo.

El coordinador de la ejecutiva del PSE, Rodolfo Ares, dijo que ante los ataques terroristas sigue siendo absolutamente necesaria la unidad de todos los partidos contra la banda y en torno al Gobierno en la defensa de la política antiterrorista.

Aralar, la formación de la izquierda abertzale que condena la violencia y que ha conseguido un diputado en la Cámara de Vitoria, sostuvo que el atentado es un obstáculo para un nuevo ciclo político que espera la sociedad del País Vasco. "Con estas acciones", señaló en un comunicado, "los terroristas ponen en peligro el inicio de un proceso que permita llegar a ese escenario de paz".

El diputado general de Álava, Ramón Rabanera, del PP, destacó que ETA "quiere amedrentar a la sociedad de la única forma que sabe, es decir con bombas indiscriminadas como las colocadas hoy [por ayer] en Madrid y anteriormente contra empresarios del País Vasco".

El coordinador general de Ezker Batua, Javier Madrazo, pidió tanto a los terroristas como al PSOE que "no alimenten expectativas de paz a través de los medios de comunicación".

Las condenas se sucedieron de la mano de todo tipo de entidades e insticuiones. La coordinadora Gesto por la Paz señaló que los recientes atentados son más que evidencias de una actividad que "está muy lejos de esa mencionada tregua". En un tono más suave, Elkarri consideró que el atentado ha "apagado la esperanza de poder abrir un proceso de solución pacífico, dialogado y definitivo".

El Foro de Ermua y el Colectivo de Víctimas del Terrorismo en el País Vasco (Covite) destacaron que las verdaderas intenciones de ETA no son otras que seguir asesinando.