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Una crisis nerviosa impide a una niña declarar ante su presunto agresor

Las otras tres menores ratificaron sus acusaciones sin ninguna mampara entre ellas y el acusado

Una de las cuatro niñas que presuntamente fueron víctimas de abusos sexuales por parte de su profesor de kárate no acudió ayer a la Audiencia de Barcelona, donde tenía que declarar como testigo ante su presunto agresor sin la protección de una mampara. "La única forma de llevarla hoy aquí hubiera sido a rastras", dijo ante el tribunal el padre de la menor, tras contar que el martes la niña sufrió una crisis nerviosa al saber que tenía que revivir lo sucedido. Las otras tres menores ratificaron los supuestos abusos. Una funcionaria se interpuso entre ellas y el acusado para evitar que cruzaran sus miradas.

"No nos hemos visto con fuerzas para llevarla a rastras", dice el padre de una niña
Las chicas entraron en la sala cabizbajas para no cruzar su mirada con el profesor
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La Audiencia de Barcelona decidirá el martes si vuelve a citar a la niña que no acudió a declarar

La menor que no compareció en el juicio tiene actualmente 11 años y es la que presuntamente sufrió los abusos sexuales más graves y reiterados por parte del acusado, el profesor de kárate Francisco C. S., durante el curso 2002-2003. El padre de la niña contó ayer ante el tribunal, presidido por Pedro Martín García, que su hija sufrió una crisis nerviosa cuando el martes él y su mujer le plantearon que al día siguiente tenía que declarar ante la Sección Segunda de Audiencia de Barcelona. "No paraba de tener convulsiones nerviosas, lloraba de una forma desconsolada como no lo había visto nunca. Nos recordó que le habíamos prometido que no tendría que volver a declarar sobre estos hechos", explicó el padre. "No nos hemos visto con fuerzas para llevarla a rastras. Hubiera sido terrible para mí", agregó. El hombre recordó que los informes psicológicos aportados a la causa desaconsejaban la comparecencia de las niñas ante su presunto agresor en esta vista.

Los informes elaborados por el Departamento de Justicia señalan que, debido a la edad de las menores, que tenían entre seis y nueve años cuando ocurrieron los abusos, a la naturaleza de los hechos y a que en su día ya se efectuó una grabación de la declaración de las menores (en presencia del juez instructor, el fiscal el secretario judicial y los abogados de las partes), resulta "inadecuado" que se someta de nuevo a las niñas a nuevas declaraciones. Esta grabación, sin embargo, que ha sido aportada por la defensa de las niñas, ha sido rechazada como prueba documental por el tribunal.

Salvo la menor que no compareció ayer, las tres niñas restantes sí tuvieron que pasar por el trance de revivir los supuestos hechos y tuvieron que hacerlo sin una mampara que les protegiera de su presunto agresor, ya que el tribunal ha considerado "indispensable" la confrontación visual entre el procesado y las víctimas para formarse una idea cabal de lo ocurrido.

Las tres menores, que declararon a puerta cerrada y ratificaron todas sus declaraciones anteriores, mantuvieron una "actitud tranquila y valiente" durante el interrogatorio, aunque antes de entrar en la sala "habían llorado sin cesar y estaban inquietas por tener que enfrentarse de nuevo a la presencia del acusado", según explicó la abogada de las niñas, Lara Padilla.

Las menores declararon por espacio de unos veinte minutos cada una. Tres agentes de los Mossos d'Esquadra las rodeaban al entrar en la sala para protegerlas visualmente de su ex profesor de kárate, que se encontraba situado justo de cara a la puerta de acceso. Pese a ello, las tres niñas entraron en la sala cabizbajas para asegurarse de que su mirada no se cruzara en ningún momento con la de Francisco C.S. que siempre se ha declarado inocente. El fiscal pide para él penas que suman 19 años de cárcel.

Durante el interrogatorio, las niñas fueron situadas de cara al tribunal y junto a ellas, a su lado derecho, había una funcionaria que intentaba obstaculizar la visión hacia el acusado, situado en el lateral derecho de la sala.

Según la abogada Padilla, las menores relataron que el profesor solía abusar de ellas al inicio de las clases de kárate, mientras los alumnos realizaban los ejercicios de calentamiento. El acusado, según la declaración de las niñas, las solía llevar a una sala contigua al gimnasio, donde les hacía tocamientos en los genitales y les besaba en la boca. En algún caso, siempre según la versión acusatoria, los abusos llegaron a la penetración bucal. Un alumno del ex profesor que fue citado por la defensa declaró que Francisco les dejaba solos durante la clase. "A veces iba al vestuario y no sé qué hacía", señaló, aunque no pudo precisar si se llevaba con él a alguna niña.

En el caso de la menor que no compareció ayer, los supuestos presuntos abusos se produjeron también supuestamente durante unas colonias. Compañeras de la menor que fueron citadas a declarar por la defensa contaron que durante estos campamentos la niña estaba muy intranquila, "lloraba, estaba histérica y temblaba". Fue luego cuando les contó que el ex profesor le había hecho "tocamientos".

Los padres de las cuatro menores coincidieron en señalar que vieron comportamientos extraños en sus hijas durante el curso en el que iban a clase de kárate, aunque no supieron nada hasta que fueron avisados por responsables de los dos colegios en los que se impartía la actividad extraescolar. "¿Cómo iba a pensar que alguien estaba haciendo todo aquello con mi niña?", se preguntó con la voz entrecortada la madre de una de las menores. Su hija tenía seis años cuando ocurrieron los presuntos abusos. "Teníamos peleas porque no quería ir a kárate, pero decía que si dejaba de ir, Francesc (así llamaban al profesor) se mataría".

La incomparecencia de una de las menores a la vista de ayer abre varios interrogantes sobre los que el juez se pronunciará previsiblemente hoy. La fiscal se mostró partidaria ayer de suspender el juicio y de que se vuelva a citar a la niña si se comprueba que está en condiciones para ello.

El ministro de Justicia, Juan Fernández López Aguilar, aseguró ayer que el Gobierno mantiene su compromiso de acometer en la presente legislatura una reforma global del proceso penal "con un sentido claramente garantista" y para la defensa, entre otros, "de los testigos en causas sensibles". CiU presentó ayer en el Congreso una propuesta para modificar el artículo 433 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal con la finalidad de que los menores estén protegidos cuando declaren como testigos ante los tribunales.

Francisco C. S., ayer durante el juicio.
Francisco C. S., ayer durante el juicio.JORDI ROVIRALTA

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