Espinosa acepta analizar un posible paro biológico pesquero
La ministra de Agricultura y Pesca, Elena Espinosa, aceptó ayer la propuesta de las cofradías del Cantábrico, con las que se reunió en Madrid, de analizar la posibilidad de un paro biológico en las capturas de la anchoa, ante su escasez.
Ese cierre de la pesquería pasa, en todo caso, por alcanzar un acuerdo con Francia, y la ministra Espinosa está dispuesta a buscarlo, según el sector. "Nos ha prometido que se pondrá a hablar con las autoridades galas sobre un posible paro biológico y que no tomará ninguna decisión sin contar con nosotros", aseguró Iñaki Zabaleta, presidente de la Federación de Cofradías de Vizcaya, tras salir del encuentro.
La reunión sirvió para poner sobre la mesa la crisis que vive en estos momentos la flota de bajura del Cantábrico, que permanece amarrada a puerto ante la "catastrófica costera de la anchoa". Los 210 barcos que la componen han recogido hasta la fecha sólo 160 toneladas de esta especie, frente a las 7.500 de la costera del año pasado, que tampoco fue buena. "Hemos visto receptividad en la ministra, pero ahora mismo sólo tenemos compromisos verbales. No hay nada firmado ni concretado", aseguró Jaime Tejedor, presidente de la Federación de Cofradías de Pescadores de Guipúzcoa. "Y necesitamos ayudas de choque, porque si no la gente se va a crispar".
El ministerio está dispuesto a tramitar esas ayudas en Bruselas, según el secretario general de Pesca Marítima, Juan Carlos Martín Fragueiro. Pero para eso necesita tener en sus manos informes científicos que avalen que apenas hay anchoa en los caladeros. Dispondrá de ellos a finales de mes, cuando finalicen su trabajo el buque oceanográfico Vizconde de Eza y las embarcaciones que se le unirán en los próximos días.
Nueva reunión
A la espera de las conclusiones de estos estudios, las inspecciones empiezan a dar la razón a los pescadores. Las cinco embarcaciones fletadas por el Gobierno vasco regresaron ayer a puerto "con una impresión totalmente negativa", según Jaime Tejedor. "Han visto que, efectivamente, no hay anchoa. Y cada día que pasa se ve más crispación [entre los arrantzales]", añadió. En estos momentos, hay 3.000 pescadores que no pueden llevar un sólo euros a sus casas
Las cofradías del Cantábrico se reunirán hoy por separado para decidir si continúan amarrados o no a puerto. Y mañana sus representantes volverán a Madrid para reanudar las conversaciones en el Ministerio de Pesca. Esta vez están convocadas también las comunidades autónomas, informó Tejedor.
Los pescadores atribuyen la escasez de la anchoa a la sobreexplotación propiciada por el Acuerdo de Arcachón, que obliga a España, que tiene el 90% de la cuota, a ceder a Francia (10%) 9.000 toneladas de anchoa al año a cambio de 2.200 toneladas de merluza y otras especies afines y de un paro de la flota gala entre el 20 de marzo y el 31 de mayo. [El Congreso de los Diputados instó ayer al Gobierno, a iniciativa del PNV, a no seguir prorrogando este acuerdo, sin el beneplácito de la flota de bajura del Cantábrico y sus cofradías más representativas].
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