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LA REFORMA DE LAS CARRERAS

HUMANIDADES: "El mercado laboral no puede decidir la formación intelectual"

Una de las propuestas del Consejo de Coordinación Universitaria es que desaparezca la carrera de Humanidades. Esta decisión se basa, entre otras razones, en sus escasas salidas profesionales y su baja demanda. Por ejemplo, sólo 432 alumnos la estudian en la Universidad Pablo de Olavide, mientras que en la Carlos III, de Madrid, este año se han matriculado en el primer curso 40 alumnos. 33 universidades imparten estos estudios. En el curso 2002-2003 la estudiaban 9.811 alumnos.

Pese a la baja demanda, el profesor de Historia Medieval de la Pablo Olavide (Sevilla) José María Miura declara que es una "contradicción" que la licenciatura desaparezca de la universidad. "Es básico la existencia de una carrera generalista en letras y es contradictorio que desaparezca Humanidades cuando con esta reforma lo que se quiere hacer es titulaciones más generales". Efectivamente, la licenciatura de Humanidades rompe con la tendencia de la especialización que ha inspirado los planes de estudios universitarios de la última década y engloba unos conocimientos que durante años han estado dispersos en las carreras humanistas: geografía, historia, arte, filología, filosofía o psicología. Los alumnos de la Carlos III han puesto ya todos sus resortes en marcha para impedir que desaparezca esta titulación. En un manifiesto defienden que "se trata de una carrera cuyo principal valor reside en la interdisciplinariedad de su plan de estudios. El mercado laboral no puede ser considerado un factor decisivo a la hora de valorar la formación intelectual de las personas". Luis Lloredo, portavoz de los estudiantes de Humanidades de esta universidad señala que los licenciados pueden desarrollar su actividad profesional como asesores en editoriales, correctores, críticos literarios y documentalistas, así como en la conservación y ordenación del patrimonio cultural o la investigación.

Mientras, a Fancis Rivas, estudiante de tercer curso de Humanidades de la Universidad Pablo de Olavide, no le ha cogido por sorpresa la posibilidad de que su titulación desaparezca en el futuro, aunque sí considera que es una equivocación. "Yo ya lo pensaba hace varios años aunque suponía que iba a pasar más adelante". Rivas achaca la propuesta a que "profesionalmente no tienen mucho hueco en la sociedad" y se pregunta que pasará con ellos cuando desaparezca la carrera y vayan con un título de algo que ya no existe a buscar trabajo.

La catedrática de Arqueología de la Universidad Pablo de Olavide Pilar León coincide con los alumnos en que la medida no es acertada. "No veo una razón para su supresión. Humanidades es la columna vertebral de muchas universidades y quien diga que es un conocimiento superfluo se equivoca".

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