La familia de la víctima cree "ridículas" las penas impuestas
La resolución judicial no ha satisfecho las expectativas de la familia de Jokin, que considera "ridículas" las medidas impuestas a los ocho menores, y ya ha anunciado que recurrirá el fallo en apelación ante la Audiencia Provincial de Guipúzcoa. "Desde un punto de vista estrictamente jurídico y, al margen del estado anímico de los padres de Jokin, en la sentencia hay una incongruencia que por sí sola merece el recurso", aseguró el portavoz de la familia. "La juez no argumenta por qué entiende que el delito de lesiones psíquicas queda absorbido en el de trato degradante". Y eso, sostuvo, vulnera el derecho a la tutela judicial efectiva.
Los representantes legales de los padres de Jokin entienden que ambos son tipos delictivos independientes a los que les corresponden sanciones independientes, como ratifica, a su entender, la jurisprudencia. Argumentan así: "En los casos de violencia doméstica, por ejemplo, existen multitud de sentencias que condenan a los maltratadores por los dos delitos y les adjudican a cada uno de ellos penas diferenciadas: por un lado, por el de maltrato habitual o trato degradante y, por otro, por el de lesiones psíquicas. No entendemos en base a qué criterio dice la juez que un delito queda subsumido en el otro".
La familia siente que la sentencia no supone sólo un jarro de agua fría para ella, sino también para "los adolescentes que pueden estar padeciendo en este momento el mismo calvario que sufrió Jokin". "Deberán interiorizar", continúa el portavoz familiar, "que tienen que aguantar y soportar todas las vejaciones y humillaciones que están sufriendo, ya que la pena que se impone a los acosadores es, como se puede ver en este caso, que por desgracia ha tenido unas consecuencias extremas, absolutamente liviana".
Juicio en Irún
Este proceso no es el único abierto tras la muerte de Jokin. La familia del menor presentó el 11 de marzo en un juzgado de Irún una denuncia contra el director del Instituto Talaia, la jefa de Estudios, la tutora de 4º A y su profesora de Biología, tras conocer las declaraciones prestadas por los ocho procesados y el resto de compañeros de su hijo.
A la familia ya no le quedó entonces ninguna duda de que la dirección del centro conocía el acoso que sufría Jokin. Según el texto de la denuncia, fue la profesora de Biología quien "ordenó a Jokin recoger los rollos de papel higiénico que otros alumnos habían arrojado en el aula mofándose de él" y tomó la decisión pese a que en la pizarra se podía leer "cagón" junto al nombre de Jokin. La denuncia extiende la responsabilidad civil al centro educativo y a la consejería de Educación.
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