El grupo suprimirá 6.400 empleos en la filial británica, 1.000 más de los previstos

El Santander ha elevado desde 3.000 hasta 4.000 el número de puestos de trabajo de los que prescindirá durante este año y principios del siguiente en Abbey. Estas cifras se unen a los 2.400 empleados que ya había anunciado que recortaría el Santander, así que la plantilla se reducirá en 6.400 trabajadores. Esta cifra supone el 26,6% del total de la plantilla del Abbey. El banco presidido por Emilio Botín cerrará servicios centrales y call center redundantes. Precisamente uno de los argumentos esgrimidos por el Santander ante posibles compradores británicos del Abbey era el menor recorte de plantilla.

El director general financiero, José Antonio Álvarez, justificó el mayor recorte de plantilla en que las proyecciones iniciales se realizaron cuando el Santander aún no era el propietario de Abbey y desconocía la realidad del banco.

El ajuste se enmarca dentro de su objetivo de convertir la operación en "eficiente" desde el punto de vista comercial y de costes, aunque no espera que las bajas adicionales se traduzcan en ahorros muy superiores a los 225 millones proyectados para 2005.

Álvarez aseguró que Abbey ha recuperado cuota de mercado en nuevas hipotecas, ya tiene más del 10%, "la cifra más alta de los últimos años". El objetivo del Santander para 2005 en Abbey es aquilatar costes y "estabilizar" los ingresos recurrentes.

En cuanto a los beneficios, Álvarez anunció que esperan que Abbey consiga 1.200 millones en diciembre de 2007, que es la cantindad necesaria para que la operación suponga una dilución sobre la inversión realizada, de 13.400 millones de euros.

El británico ganó 153 millones entre enero y marzo, "en línea" con los objetivos del Santander. Desde la compra, completada en noviembre de 2004, el Santander ha nombrado un nuevo equipo directivo.