Lucha por una utopía
Trabajadores de una empresa argentina que han superado la crisis mediante la autogestión cuentan su historia en Gandia
Hubo compañeros que pensaron que era una utopía, y abandonaron la lucha. Pero Cristian Moya y 259 trabajadores más de la fábrica argentina de cerámicas Zanon, situada en la provincia de Neuquén, en la región de la Patagonia, decidieron continuar. Era octubre de 2001, en plena crisis económica del país. La dirección despidió en masa a la mayor parte de la plantilla y anunció el cierre de la fábrica. La empresa, inaugurada en 1979, había sido una de las firmas punteras del país con la ayuda de la dictadura. "Traicionados" por los sindicatos oficiales, presionados por las amenazas de despido de los patrones, los trabajadores no se amedrentaron y decidieron permanecer en la fábrica. "Continuábamos los turnos como si estuviera en actividad", recuerda Cristian. Fue así como iniciaron una lucha que les llevó a tomar las riendas de la empresa, con una deuda de 75 millones de dólares.
"Vendimos materiales para conseguir el cobro de los sueldos atrasados. Nos impusimos un salario máximo de 800 pesos mensuales, el mismo para las cocineras, contables, abogados, trabajadores cualificados y semicualificados", explica Cristian. Se crearon comisiones para todo: venta de material, adquisición de repuestos, administración, contabilidad... A los pocos meses la empresa consiguió su primera producción: "20.000 metros de cerámica". Antes de la crisis la empresa generaba un millón de metros.
En la actualidad, la fábrica Zanon ha incrementado a 500 su número de trabajadores. La producción alcanza ya los 320.000 metros. Cristian y varios de sus compañeros se encuentran en Europa contando su historia, y demandando ayuda social a su causa. La CGT ha iniciado una campaña por toda España para la recogida de fondos destinados a la compra de un autobús, que permita paliar los problemas diarios del transporte de los obreros a la fábrica. Ayer visitaron Valencia y Gandia. Para Josep Gargante, de la CGT de Barcelona, uno de los impulsores de la campaña, "en España no estamos tan lejos del caso de Zanon con el proceso privatizador, que va a más". "Su ejemplo no es una utopía, sino una demostración de que las alternativas a la globalización existen".
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