Argentina empieza a controlar la venta de jugadores al extranjero

El Banco Central de Argentina empezó a aplicar ayer un estricto control sobre los traspasos de jugadores argentinos a clubes extranjeros, después de haber constatado que se hicieron operaciones de este tipo, a lo largo de la década pasada, por valor de 700 millones de dólares, unos 550 millones de euros.

A partir de ahora, los equipos deberán liquidar en el país, en el plazo de 30 días, los millonarios ingresos por ventas para impedir la evasión de impuestos o maniobras ilegales con divisas, hasta ahora habituales en paraísos fiscales. Sólo era obligatorio hacerlo nacionalmente en las cesiones.

El control se pone en marcha un mes después de que el River Plate, el mayor vendedor, traspasara al centrocampista internacional Lucho González, de 22 años, al Oporto por nueve millones de euros. El Barça le pagó seis por Maxi López. En diciembre, el Boca Juniors, el otro gran exportador, vendió al delantero Carlos Tévez al Corinthians por 16 millones de euros. Brasil aún investiga la operación por presunto lavado de dinero.

España ha sido el principal destino de los futbolistas argentinos, con un 25% del total, seguida por México, 15% e Italia, 12,5%. Los traspasos más caros fueron los de Saviola, del River al Barça, por casi 18 millones de euros, y el del ahora madridista Samuel, del Boca al Roma, por 17,5.