_
_
_
_

Diccionarios, enciclopedias y literatura infantil, lo más solicitado

El acto central de la campaña Día del Libro Solidario se desarrolló ayer en la Plaza Mayor, pero ésta no acaba aquí. Todo el que quiera podrá acercarse hasta el 15 de mayo a la biblioteca pública Joaquín Leguina, en la calle de Ramírez de Prado, 3 (barrio de Embajadores), donde se seguirán recogiendo obras.

Una vez cerrada la carpa, ayer a las ocho de la tarde, los 45.000 libros fueron transportados a esta misma biblioteca, donde serán correctamente seleccionados y empaquetados para su futuro envío. Los voluntarios que trabajaron ayer en la carpa hacían una primera selección a golpe de vista. Los libros que estuvieran en mal estado eran retirados y almacenados aparte para su posterior reciclado. Una criba más concienzuda se llevará a cabo tranquilamente en la biblioteca antes de ser transportados a Brasil, probablemente ya en junio. No todos valen, aunque no todo el mundo lo sabía; algunos de los participantes se quejaron de la falta de información.

Los organizadores de la campaña agradecían ayer por anticipado la participación a todo el que se acercó a donar un libro. Pero a la vez recordaban que no vale cualquier ejemplar: no sirven, por ejemplo, los libros de texto ni aquellos que tengan un interés excesivamente local. Prácticamente todo lo demás vale, pero la Comunidad especifica qué hace más falta: diccionarios, enciclopedias, literatura infantil y juvenil y libros específicos de materias como matemáticas, física o química. El director de Archivos, Museos y Bibliotecas, Álvaro Ballarín, pedía a los ciudadanos que se pusieran "en el lugar del que recibe el libro" a la hora de sopesar qué ejemplar donar.

Por la mañana, algunos de los responsables al más alto nivel de la iniciativa pusieron su granito de arena. El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, donó la obra Castellio contra Calvino, de Stefan Zweig. También Santiago Fisas, consejero de Cultura y Deportes, se acercó hasta la carpa, donde dejó El secreto del emperador, de Alfredo García Francés, y La España del siglo de las luces, de María Ángeles Pérez.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_