Lucio Gutiérrez, a la espera de un salvoconducto para ir a Brasil
La residencia del embajador de Brasil en Quito permanecía ayer rodeada por cientos de manifestantes, quienes arrojaban basura y gritaban consignas en contra del presidente de ese país, Luiz Inácio Lula da Silva, por haberle otorgado el asilo a Gutiérrez. Los manifestantes impedían la salida de funcionarios de la residencia y solicitaban la entrega inmediata de Gutiérrez para ser encarcelado. El nuevo Gobierno del presidente Palacio analiza aún "todas las circunstancias" para otorgarle o no el salvoconducto al depuesto presidente.
El embajador de Brasil en Ecuador, Sergio Florencio Sorbrinho, dijo a la Agencia Brasil que no hay una previsión sobre cuándo se le concederá a Gutiérrez el salvoconducto que le permita salir de la Embajada brasileña y viajar a este país. Mientras tanto, la tripulación de uno de los aviones de la presidencia brasileña está a la espera en una base de la Fuerza Aérea del Estado de Rondonia, fronterizo con Perú, a la espera de la orden para partir a Quito.
El vicepresidente de Brasil, José Alencar, afirmó ayer que el asilo político concedido al depuesto presidente Gutiérrez "es normal" y no contradice el respeto a la autodeterminación de los pueblos. Alencar, que también es ministro de Defensa, explicó que cuando llegue a Brasil, Gutiérrez será alojado en Brasilia, en una casa cedida por el Ejército. El vicepresidente aseguró que la decisión del presidente Lula da Silva de concederle asilo político y territorial a Gutiérrez forma parte de la vida democrática y "no compromete las relaciones diplomáticas de Brasil con otros países".
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