El obstruccionismo de ERC e ICV a la conexión eléctrica con Francia solivianta a los empresarios

No hay fisuras entre el empresariado y algunos sindicatos sobre la necesidad de la línea eléctrica de conexión con Francia. Las cámaras de comercio y las patronales catalanas se mostraron ayer soliviantadas ante los intentos de dos de los tres socios del tripartito, Esquerra Republicana e Iniciativa per Catalunya, de impedir la construcción de una línea transpirenaica que el Ejecutivo central y el PSC defienden a capa y espada. El Gobierno catalán, sin embargo, sostiene que no se pronunciará sobre la idoneidad de la conexión hasta mayo, cuando debe presentarse el Plan Energético de Cataluña.

El presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona, Miquel Valls, calificó ayer de "gravísima" la posibilidad de que no haya acuerdo en el Gobierno tripartito para prolongar hasta Francia la línea de Bescanó, de 400.000 voltios. Valls se remitió a la jerarquía y a la autoridad del presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall. "Maragall ha dicho ya que la línea es absolutamente necesaria, y lo que digan los partidos es sólo un problema interno del Gobierno".

Valls explicó que el Consejo de Cámaras de Comercio ha expresado ya la importancia de la conexión con Francia, ante el retraso en la implantación de centrales de ciclo combinado. "El crecimiento de la demanda energética, por encima del 4,5% anual, las necesidades industriales de Cataluña y la línea ferroviaria de alta velocidad hacen imprescindible la conexión de Bescanó", dijo. Y añadió que es "prioritario" y "urgente" conectar la red catalana con la europea para no poner en peligro el suministro eléctrico.

Las patronales se manifestaron ayer en el mismo sentido. Pimec recordó que uno de los puntos clave del acuerdo estratégico de competitividad "es la mejora de la calidad del suministro eléctrico, lo que hace necesaria la línea de Bescanó", explicó Albert Roca, director de Economía y Política Industrial de la organización empresarial. "La falta de acuerdo sobre la conexión con Francia sería un paso atrás para la credibilidad del Gobierno catalán en materia de infraestructuras", explicó, "además de una gran decepción para los empresarios".

Incluso Comisiones Obreras es partidario de la línea. Simón Rosado, de este sindicato, criticó ayer la "chapuza" del Plan de Energía de Cataluña, que el Ejecutivo catalán está elaborando "sin consenso, a pesar del mandato que contiene el plan de competitividad para pactarlo". Rosado dijo que la línea de alta tensión "es necesaria como elemento de seguridad para prevenir posibles crisis y ante el incremento de la demanda energética", aunque puntualizó que los sindicatos están "en contra" de la entrada masiva de electricidad desde Francia.

Iniciativa per Catalunya defiende una especie de autarquía energética basada en producir electricidad cerca de las grandes ciudades en lugar de transportarla desde lejos, o directamente desde Francia, con tendidos de gran impacto ambiental. Esquerra Republicana, que ayer presentó su propuesta para la línea de Bescanó, se muestra más flexible y reconoce la necesidad de una conexión transfronteriza, "pero en ningún caso la que propone el Gobierno central", dijo ayer la diputada Teresa Aragonès. Esquerra, que admite no estar todavía en condiciones de presentar una propuesta alternativa, sólo tiene claros dos aspectos: el AVE no necesita una línea de 400.000 voltios y los problemas de suministro de la provincia de Girona podrían solucionarse con la implantación de nuevas subestaciones y la mejora de la red de media y baja tensión. Las negociaciones en el seno del tripartito continuarán el lunes.