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EL NUEVO PAPA | Reacciones en el mundo

Alemania recibe con alegría la elección de un bávaro como nuevo pontífice

El canciller Schröder considera "un gran honor" para el país el nombramiento de Ratzinger

Tras conocer el nombramiento de Joseph Ratzinger como sucesor de Juan Pablo II, el canciller alemán, el socialdemócrata Gerhard Schröder, declaró que la elección del cardenal bávaro es "un gran honor" para Alemania. Schröder felicitó a Benedicto XVI en su propio nombre, en el del Gobierno y en el de todos los ciudadanos del país. Concluyó en su intervención retransmitida por televisión que se alegrará de poder saludarlo en la Jornada Mundial de la Juventud el próximo agosto en Colonia. La elección del cónclave fue especialmente celebrada en la localidad natal del Papa, Marktl.

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Las autoridades alemanas celebraron anoche que se hiciera realidad lo que, hasta ahora, sólo era una especulación. El cardenal alemán Joseph Raztinger, uno de los jerarcas católicos más conservadores, fue elegido Papa de la Iglesia católica. Tras la aparición del sucesor de Juan Pablo II en el balcón de la basílica de San Pedro, la mayoría de los comentaristas destacaron la sensibilidad y capacidad de comprensión de Benedicto XVI. Los más críticos describieron al nuevo Pontífice como emocionalmente frío, dogmático, muy conservador e incluso fundamentalista.

El humo blanco que anunció la elección del nuevo Pontífice borró por unos instantes, posiblemente días, los temores de que la Iglesia católica se vuelva retrógrada con un cardenal alemán, que en su propio país luchaba contra un amplio grupo de reformistas que defendían el uso de anticonceptivos y la homosexualidad, dos realidades rechazadas por Joseph Ratzinger y su antecesor.

La confrontación entre la tradición y modernización siempre ha generado conflictos en Alemania. Los papas alemanes -siete en total- tuvieron poca suerte en el pasado con los movimientos reformistas, según los historiadores. El último Papa germano fue Adrián VI (1522-1523) y no fue capaz de hacer frente a los reformistas luteranos que comenzaron a dividir la Iglesia en el territorio de origen del Papa. Aún se desconoce cómo se tradujo ayer la actual división entre conservadores y reformistas alemanes, aunque se cree que la mayoría de los siete cardenales alemanes no eligió a Ratzinger.

El presidente del Parlamento alemán, el socialdemócrata y cristiano Wolfgang Thierse (SPD), confió en que Ratzinger desarrollará su trabajo como un "constructor de puentes" entre todas las comunidades religiosas y que será consciente de que más que ser un defensor de sus propias ideas, tendrá que "unir a todos los grupos de la Iglesia". Thierse destacó, además, que espera del nuevo Papa "una apertura de la Iglesia hacia un vital diálogo ecuménico". También pidió que todos los representantes de la Iglesia tengan el mismo peso en las conferencias de obispos, porque actualmente "existen diferencias entre un obispo latinoamericano, africano o europeo", dijo Thierse.

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El ministro de Asuntos Exteriores, Joschka Fischer, se limitó a decir que espera "una cooperación similar" a la que mantuvo Alemania con Juan Pablo II. Un alto representante de la Iglesia católica de Colonia, una de las comunidades más poderosas de Alemania, destacó la intelectualidad del recién elegido: "Es un teólogo brillante, muy reconocido en todo el mundo y un sucesor digno" del Papa anterior.

Angela Merkel, líder del Partido Cristianodemócrata (CDU), dijo sentir "orgullo" y una "profunda conmoción" ante la elección del Pontífice. Las palabras del presidente alemán, Horst Köhler, del mismo partido conservador, se expresó en el mismo tono, y dijo sentir una "especial alegría" ante la elección de un cardenal alemán como Papa.

El líder de los liberales del FDP, Guido Westerwelle, se sumó a las felicitaciones y aseguró que la elección constituye "un gran honor para este país". Westerwelle, quien hizo recientemente pública su homosexualidad, deseó al nuevo Papa "salud, fortaleza y sabiduría en su Pontificado", pero también el coraje para emprender "las reformas que necesita la sociedad actual". El alcalde de Berlín, el socialdemócrata Klaus Wowereit, también homosexual declarado, felicitó al nuevo Pontífice, a la vez que recordó los deseos de reformas de muchos católicos.

Música popular

Los habitantes de Marktl, el pueblo natal de Joseph Ratzinger -una localidad con 2.700 habitantes situado en las orillas del río Inn en Baviera, al sur de Alemania-, poco se preocuparon de las cuestiones morales, religiosas y políticas. Celebraron la elección de su Benedicto XVI con comida gratuita para todos, música popular y petardos. El alcalde de Marktl, Hubert Gschwendtner, saltó de su sofá cuando recibió la noticia, según informa el periódico digital netzeitung.de, y exclamó: "Estamos orgullos de poder rendirle homenaje a un representante de la Iglesia reconocido mundialmente".

El director de un seminario alemán celebra junto a jóvenes la elección de Ratzinger.
El director de un seminario alemán celebra junto a jóvenes la elección de Ratzinger.AP

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