China se convierte en la gran ausente de Roma
Por primera vez en la historia, un presidente de Taiwan ha pisado suelo europeo. Chen Shuibian, al frente de una delegación de 50 personas, asistió ayer a los funerales por Juan Pablo II. El Vaticano, único Estado europeo que mantiene relaciones diplomáticas con lo que China considera una "provincia rebelde", invitó al presidente Chen a la ceremonia y el Gobierno italiano aceptó conceder un visado de tránsito a la delegación.
Por el contrario, el gran ausente fue Pekín, que el jueves, cuando decidió que no enviaría a ningún representante, criticó la invitación a Chen. Pese a que China cuenta con unas 200 cadenas de televisión, ninguna retransmitió los funerales y los informativos, que controla el Departamento de Propaganda del Comité Central del Partido Comunista Chino (PCCh), se limitaron a hacer una mención de apenas una frase. La retransmisión de la CNN sufrió interferencias cuando esa cadena norteamericana hacía mención a Chen Shuibian o a China.
Pekín exige el reconocimiento de "una sola China" y el cumplimiento estricto de esta política. Esto obliga al Gobierno de Taipei -apenas reconocido por una veintena de países en su mayoría en Centroamérica y diminutas islas del Pacífico- a estar confinado en su isla.
Pekín rompió relaciones diplomáticas con la Santa Sede en 1951 y desde entonces mantiene serias divergencias con la Iglesia de Roma, sobre todo en cuanto a la autoridad de ésta sobre sus prelados. Juan Pablo II expresó su voluntad de visitar China pero no facilitó el acercamiento entre las dos corrientes católicas que existen en el país: la Iglesia católica patriótica, que no reconoce la autoridad del Papa y sí la del PCCh, con unos cinco millones de fieles, y la Iglesia Católica Romana, semiclandestina con unos 10 millones de fieles.
Según el portavoz de Exteriores chino, Qin Gang, el propósito del líder taiwanés no era honrar al fallecido Papa sino "aprovechar la oportunidad para embarcarse en actividades separatistas". China y Taiwan han tenido Gobiernos separados desde que los nacionalistas perdieron la guerra civil con los comunistas de Mao Zedong y se refugiaron en la isla, en 1949.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.