El Reino Unido estudia fijar en el 5% los derechos de reventa de obras de arte

Un informe parlamentario británico apoya plenamente la controvertida directiva europea sobre derechos de reventa de obras artísticas como una vía "adecuada" de remunerar y reconocer el trabajo de los artistas vivos o muertos. Las conclusiones del Comité de Cultura, Medios y Deportes echan por tierra los argumentos del Gobierno de Tony Blair, que ve en el nuevo impuesto un peligro a la posición líder de Londres en el mercado europeo de compraventa de arte.

La legislación sobre derechos de reventa en beneficio de los creadores de obras de arte, o de sus sucesores hasta un plazo límite de 70 años, se aprobó en Bruselas, por mayoría cualificada, en septiembre de 2001. Los socios europeos tienen de plazo para su aplicación hasta enero de 2006. La directiva reconoce el derecho de un artista o de sus herederos a cobrar una tarifa en todas las operaciones de reventa de sus obras creativas. Casas de subastas, marchantes y otros protagonistas del mercado de arte temen el traslado de operaciones a Ginebra o Nueva York.

Los diputados sugieren aplicar el gravamen a obras valoradas en 1.000 euros en vez del precio inicial recomendado de 3.000 euros. Con ello se amplía el campo de artistas beneficiados y se potencia a los nuevos creadores. En cuanto a las tarifas, los diputados también tienden a inclinar la balanza en favor de los artistas. La directiva europea fija un techo fiscal de 12.500 euros por trabajo y un máximo del 4% del precio de la reventa en obras de entre 3.000 y 50.000 euros. En esta banda inferior recomiendan elevar el gravamen hasta el 5% porque, según señalan, "un incremento modesto tiene un importante valor simbólico y proporcionará una ayuda comedida a un número sustancial de artistas".