Euskadi recibe el 7% del gasto nacional en pensiones mientras que aporta el 6,5%
El número de pensionistas crece sin parar desde 1991 a la par que bajan los cotizantes
El número de pensionistas no deja de crecer en la comunidad autónoma mientras que el de afiliados a la Seguridad Social baja, tendencia que se mantiene de forma invariable desde el año 1991, según se desprende de los datos de la Seguridad Social. El porcentaje de pensionistas vascos supone actualmente el 5,6% del total nacional, frente al 5,4% que representaba en 1991. Frente a este aumento, se ha producido una caída continuada en la afiliación a la Seguridad Social, que ha pasado de suponer el 5,6% de España hace 14 años al 5,2% en diciembre pasado.
Euskadi cuenta con las pensiones más altas de toda España, un 27,3% por encima de la media nacional
A la par de esa caída en la afiliación a la Seguridad Social, se ha producido un descenso relativo en el número de habitantes de la comunidad autónoma en relación con el total nacional. Otro dato relevante que ofrece el trabajo es que Euskadi recibe el 7,1% del gasto nacional en pensiones, mientras contribuye con un 6,5%. "En conjunto", concluye el estudio, "las tendencias del ingreso relativo por las cuotas de afiliación son de caída sostenida" en el País Vasco desde 1991, frente a una tendencia creciente en el gasto.
A este aumento del gasto contribuye el hecho de que Euskadi cuenta con las pensiones más altas de España, un 27,3% superior a la media. En diciembre de 2004, un jubilado cobró en la comunidad autónoma 739,59 euros mensuales de media, frente a los 581,06 que percibía otro pensionista estatal.
De los datos que maneja la Seguridad Social se desprende la inviabilidad de crear un sistema propio de pensiones como pretende el Ejecutivo vasco.
El plan Ibarretxe, rechazado por el Congreso de los Diputados en febrero pasado, recoge en su artículo 54 la potestad del Gobierno vasco de gestionar en la comunidad autónoma el sistema público de Seguridad Social, incluyendo la "función recaudadora de las cotizaciones sociales devengadas" en el territorio vasco. Esa aspiración de crear una Seguridad Social propia que recaude las cuotas de trabajadores y empresarios y pague las pensiones, choca con el principio de caja única, es decir que ninguna comunidad puede administrar por su cuenta la recaudación que consiga en su territorio.
El artículo 54 de la propuesta de nuevo Estatuto agrega que Euskadi podrá "organizar y administrar" todos los servicios relacionados con las políticas de protección social y ejercerá la tutela de las instituciones, entidades y fundaciones en materia de Seguridad Social. Sin embargo, el actual balance de ingresos y gastos refleja un desequilibrio contrario a los intereses del Gobierno vasco (ver los datos del gráfico).
La baja natalidad de Euskadi (es la comunidad autónoma que registra menos nacimientos) y la reducida inmigración son factores que juegan en contra de esa hipotética Seguridad Social vasca.
Se trata de dos aspectos reflejados ya en un informe encargado por el propio Gobierno de Vitoria al Instituto de Economía Pública de la UPV, que fue publicado en marzo del año pasado. Los autores de este estudio previenen sobre un inevitable deterioro del sistema público de pensiones en Euskadi a partir del año 2025. El objetivo del trabajo era definir las consecuencias económicas para la comunidad de una posible transferencia de la Seguridad Social. En el escenario "más probable", los autores del estudio apuntan un déficit en la recaudación del 8,1%. En el supuesto más pesimista, el déficit se dispara hasta el 17,6%, mientras que en el escenario más optimista el déficit rondaría el 0,8%.
Con este panorama, sólo una notable recuperación demográfica y el aumento de los trabajadores externos, procedentes de la inmigración, garantizarán esa viabilidad del sistema. En relación con los inmigrantes, Euskadi es una de las comunidades españolas que menos atractivo tiene para los trabajadores extranjeros.
En 2004, el 21,18% de los nuevos afiliados a la Seguridad Social en el País Vasco fueron inmigrantes frente al 26,18% de media registrada en el conjunto de España. En total, un 2,65% de los cotizantes que hay en Euskadi son inmigrantes, cifra que se eleva hasta el 6,34% en el total nacional.
A pesar de los cálculos pesimistas, el consejero de Justicia, Empleo y Seguridad Social, Joseba Azkarraga, ha expresado reiteradamente sus apuesta por un sistema vasco de pensiones, aunque fuese deficitario. "La Administración vasca está dispuesta a seguir políticas sociales que ayuden a que los ciudadanos se sientan mejor. Hacer viable el sistema de pensiones público forma parte de esas políticas progresistas", señaló durante su intervención en el Parlamento en marzo del año pasado durante la presentación del informe elaborado por la universidad pública.
Frente a este anhelo, la respuesta del Gobierno central ha sido la misma siempre: el sistema público de pensiones es único e inseparable en el conjunto del Estado.
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