Polémica en Francia sobre las banderas a media asta
La decisión gubernamental francesa de poner la bandera a media asta en todos los locales oficiales no ha sido bien acogida. Para el presidente de la federación de diputados, senadores y alcaldes socialistas "esa intrusión de la religión en la esfera pública es sorprendente, máxime cuando Francia celebra el centenario de la ley de separación entre la Iglesia y el Estado".
Algunos líderes verdes, como los diputados parisienses Yves Contassot y Christophe Girard, para quienes "esa utilización del símbolo nacional" puede "avivar los apetitos comunitaristas", la decisión gubernamental "está en contradicción con la reciente ley que prohíbe la exhibición de signos religiosos en centros del Estado". Para la Unión de Familias Laicas (UFL), "esa derecha que se pretende laica" ha llevado "a la exasperación a miles de familias ante la evidencia de que la televisión pública ha sido desviada de su misión para ponerse al servicio de la Iglesia católica". La UFL "se indigna ante la presentación que se ha hecho de Karol Wojtyla como hombre de paz y progreso".
Líderes socialistas critican que el Estado no demuestre "un laicismo sin vacilaciones".