Las razones legales
El caso de Terri Schiavo ha dado varias vueltas por los tribunales del Estado de Florida y los federales, incluido el Supremo de EE UU, pero los jueces no han cuestionado la validez de las pruebas admitidas o excluidas por el juez instructor, y se han limitado a revisar si han existido fallos de procedimiento.
Los hechos los determinó un solo juez instructor, George Greer, hace seis años. Greer admitió como prueba principal el testimonio de Michael Schiavo de que su esposa le había pedido de palabra que no la mantuviera viva artificalmente.
En las palabras "no quiero tubos", que Michael aseguró que le dijo Terri una noche mientras veían una película, y en la negativa del juez a retirarle la custodia, se ha fundamentado todo el caso.
En segundo lugar, el juez admitió los diagnósticos de dos médicos a favor del marido, dos de los padres y uno que nombró él, que estuvo de acuerdo con los del marido en que Terri no se podía recuperar.
En la selección de pruebas, el juez Greer desestimó los testimonios de familiares y amigos de Terri que aseguraron que no hubiera querido que le retiraran sondas de alimentación y rechazó también los diagnósticos de 33 médicos.
