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La OMS considera evitable casi el 90% de los fallecimientos de recién nacidos

11 de los 130 millones de nacidos cada año no llegarán a cumplir los cinco años

Cada año nacen en el mundo más de 130 millones de niños, de los que casi 11 millones no cumplirán cinco años, según denuncia la Organización Mundial de la Salud (OMS). El 37% de los fallecidos (unos cuatro millones) no llega a cumplir el mes de vida. En nueve de cada 10 casos estas defunciones se deben a causas evitables, como falta de atención durante el embarazo y el parto o infecciones que causan diarreas o neumonía. La mortalidad en menores de cinco años ha bajado un 13% de 1990 a 2002. El porcentaje queda muy lejos del 75 previsto para 2015, según Unicef.

El 73% de las muertes entre los más pequeños puede atribuirse a seis enfermedades: neumonía, diarrea, malaria, infecciones en recién nacidos, nacimientos prematuros y asfixia en el momento del parto, de acuerdo con un estudio de la Organización Mundial de la Salud que ha publicado la revista especializada The Lancet. La mayoría podrían evitarse con una atención adecuada o el uso de antibióticos.

Además, en más de la mitad de los casos la desnutrición resulta un factor que agrava la situación. La falta de una alimentación adecuada interviene en el 61% de las defunciones por diarrea, el 57% de las atribuidas a la malaria, el 52% de las debidas a la neumonía y el 45% de las causadas por las paperas.

La evolución de los indicadores de salud infantil está muy lejos de la esperada, de acuerdo con la Oficina de Estadística de la ONU. En 1990, la mortalidad de menores de cinco años estaba en 94 por cada mil nacidos vivos. Naciones Unidas fijó como objetivo reducir dos tercios la mortalidad para 2015 (dejarlo en 30), pero a este paso la meta resulta casi imposible de conseguir: desde ese año hasta 2002 la mortalidad de los más pequeños ha descendido a una media del 1,2% anual, hasta los 81 fallecidos por cada mil habitantes. Para cumplir con los planes el descenso debería ser de un 7,3% anual.

De las siete regiones en que está organizada la OMS, la africana (la mayoría del continente menos Marruecos, Túnez, Libia, Egipto, Sudán, Somalia, Eritrea y Yibuti) es la que tiene peores indicadores, con casi 4,4 millones de muertes de niños al año. Las complicaciones neonatales son causa del 26% de estos fallecimientos, seguidas por las neumonías infantiles, la malaria y la diarrea. El sida ocasiona el 6% de los fallecimientos (264.000 defunciones). El 94% de las muertes por malaria se producen en el continente, la inmensa mayoría (el 87%) en Sudán y Somalia.

Le sigue la región del sureste asiático (India, Bangladesh, Birmania, Tailandia, Bután, Nepal, Maldivas, Corea del Norte, Sri Lanka, Indonesia y Timor Este), con tres millones de fallecimientos.

De acuerdo con los datos de la ONU, España ocupa el puesto 183 en mortalidad en menores de cinco años empatada con la República Checa, Dinamarca, Islandia, Italia, Japón, Mónaco, Noruega y Eslovenia, y sólo por delante de Suecia y Singapur (la clasificación da el número uno al país con los peores indicadores, Sierra Leona).

Entre los éxitos conseguidos destaca la disminución a la mitad en 15 años de las muertes por tétanos en recién nacidos. El estudio también ha puesto de relieve la importancia de las condiciones en que se llevan adelante los embarazos y los partos. Ésta resulta otra área en la que es posible intervenir y mejorar los resultados, apunta la OMS.

Si se toma el estudio de los últimos 40 años (desde 1960 hasta 2003), la mortalidad infantil se ha reducido en España 16 veces, pasando de 57 a 4 por cada mil habitantes. La media de los países desarrollados ha pasado de 39 a 6 en ese periodo, y la del mundo de 198 a 81. El trabajo destaca una zona, Eurasia, formada por países de la antigua Unión Soviética, donde ha aumentado.

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