Zapatero pide a Batasuna que condene la violencia si quiere participar en la vida política

Un solo paso y tres palabras -"condenamos el terrorismo"- exigió ayer el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, a Batasuna para ser escuchados, en una reedición de su mensaje del Kursaal de San Sebastián en enero. "Es muy fácil participar en la vida pública", emplazó a la formación ilegalizada, durante la Fiesta de la Rosa del PSE, celebrada en Durango (Vizcaya) dentro de la precampaña de Patxi López como candidato a lehendakari. La paz no tendrá precio político, pero si los violentos dan ese único paso, "se comprobará" que la democracia permite muchos otros, anunció.

Zapatero aprovechó su nueva visita al País Vasco para reiterar la exigencia que ya dejó patente en enero tras remitirle Batasuna una carta y cuando parecían abrirse expectativas de una tregua etarra. La repitió ayer, el mismo día en que ETA asumía la autoría de sus últimos atentados y 24 horas después de que el líder del PP, Mariano Rajoy, le pidiese la convocatoria urgente del Pacto Antiterrorista. "Un paso, un solo paso, y se comprobará que la democracia permite dar muchos pasos" recalcó el presidente. El gesto consiste en "renunciar, como aquí les exijo, a la violencia, al terror, al silencio y a la cobardía del silencio".

Rodríguez Zapatero enlazó su emplazamiento con el recuerdo al segundo aniversario del inicio de la guerra en Irak y al primero de la retirada de las tropas españolas ordenada por él nada más ganar las elecciones. "Lo hice porque creo en la paz y en que es posible si se trabaja por ella", subrayó.

El jefe del Ejecutivo recalcó que quienes han gobernado en Euskadi esta legislatura acuden a las elecciones "con un proyecto agotado, un plan sin futuro, porque no ha unido ni convencido", en referencia al plan Ibarretxe, y no pueden pretender un tiempo nuevo ofreciendo "lo mismo que desde hace ocho años", los que Ibarretxe lleva gobernando en Ajuria Enea. Otro tanto achacó al PP. El cambio que significan Patxi López y el PSE, situaría a Euskadi, aseguró el presidente, ante "una oportunidad histórica, un tiempo de paz, entendimiento y convivencia", por el que se comprometió a trabajar "con todos, sin distinciones", en su condición de jefe del Ejecutivo.

Durango, localidad de clara mayoría nacionalista, fue elegida por el PSE para su fiesta multitudinaria (unas 4.000 personas) por hallarse "en el corazón de Euskadi" y para dejar un hecho probado: "Vamos donde queremos, porque estamos en nuestra tierra", explicó Patxi López.

El PSE está decidido a realizar una campaña más vasquista que nunca, y lo muestra: López alzó ayer en su puño tres rosas con los tres colores de la ikurriña e ironizó sobre quienes habían llamado a colgar banderas vascas en los balcones del batzoki (sede social del PNV) local para "responder" a Zapatero. "Como si eso fuera un insulto... Gracias por recibir al presidente con la bandera de nuestra tierra", les replicó. El propio Zapatero aludiría a ello después: "No sé si lo han hecho para molestar, pero yo estoy muy a gusto donde esté la ikurriña, y la he puesto en La Moncloa".

El presidente del Gobierno hizo alarde de encontrarse cómodo en el País Vasco tanto como al defender que la España del castellano es "más grande" con el euskera, igual que Euskadi es más grande "con el castellano".