López contará con el presidente en su campaña y prescindirá de los barones

Por primera vez en los últimos 20 años, los socialistas vascos van a inaugurar una campaña electoral basada en la figura de su candidato a lehendakari, Patxi López, y en el proyecto que representa. Este diseño presidencialista lleva consigo la ausencia de dirigentes del PSOE en otras comunidades autónomas así como de ministros, a diferencia de campañas anteriores. Eso sí, López quiere que el líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, esté muy presente en su campaña, todo lo que le permita sus obligaciones de presidente del Gobierno, porque a su juicio puede movilizar a votantes que no acuden a votar en las elecciones autonómicas pero sí en las generales y municipales.

El esquema de la campaña ideada por el PSE, que dirige Rodolfo Ares, prescinde del desembarco de barones o dirigentes territoriales -hace cuatro años intervinieron en varios mitines Manuel Chaves, José Bono y Juan Carlos Rodríguez Ibarra-, y sólo incluye la visita de ministros que acudan con medidas propias de su departamento. La semana pasada el ministro de Trabajo, Jesús Caldera, viajó a Euskadi para mantener una reunión con dirigentes de sindicatos, y está prevista una visita de la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, que expondrá planes de su departamento que afectan al País Vasco. La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, se desplazará hoy a Bilbao para presentar con López los proyectos sobre igualdad entre hombres y mujeres que figuran en el programa del PSE.

López ha pedido a Manuel Chaves que participe en un acto público con él poco antes de que comience la campaña electoral, el próximo 1 de abril. Exceptuados esos casos, López aparecerá siempre en compañía de socialistas vascos y, siempre que sea posible, de Rodríguez Zapatero, como ayer en Durango.

En el planteamiento de campaña del PSE, el líder del PSOE es una pieza fundamental para López. El PSE ha comprobado que Zapatero goza de una gran simpatía en el País Vasco, donde se aprecia su talante dialogante y su respetuosa forma de plantear las diferencias, a la vez que nadie duda de su "rechazo rotundo" al plan Ibarretxe.

"Unir a todos los vascos"

Además del mitin que ayer protagonizó en Durango, Zapatero tiene previsto realizar tres o cuatro actos públicos más. En todos ellos ensalzará a López como el único candidato capaz de "unir a todos los vascos".

El papel asignado a Zapatero en estas elecciones, aceptado por él gustosamente, se dirige a movilizar al electorado habitual de los socialistas, que no se suele implicar en las elecciones autonómicas y sí en las elecciones generales. Los socialistas obtuvieron cinco puntos porcentuales más en las últimas elecciones generales respecto de los anteriores comicios vascos. Zapatero tiene que convencer al electorado socialista de que su voto es imprescindible para "que llegue el cambio al País Vasco, como llegó a España hace un año", señalan las fuentes consultadas.

El responsable de Organización y Acción Electoral, José Blanco, ayudará a sus compañeros vascos con recursos humanos y materiales. Dirigentes del PSOE y del PSE coinciden en que para romper la mayoría absoluta del bloque parlamentarios formado por PNV-EA y EB-IU, la candidatura socialista tiene que ser apoyada por todos los que votaron en las generales y por un sector moderado que no es nacionalista pero que alguna vez votó al PNV por ser "el partido de casa, y de orden".

En una entrevista que publica esta semana El Socialista, Patxi López explica que si gobierna convocará a todos los partidos para combatir juntos el terrorismo desde un organismo que denominará Mesa por la Paz y la Reconciliación. "Si ETA abandona las armas, la Mesa será el escenario en que todos juntos consensuaremos el escenario de reconciliación", asegura el candidato socialista a lehendakari.