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CENTENARIO DE JULIO VERNE
Columna
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Vernefilia en Francia y España

FRANCIA NO sólo celebra el centenario de la muerte de Julio Verne sino que le atribuye la invención de "la novela del mar" con libros como Veinte mil leguas de viaje submarino. Y eso es lo que prueba una estupenda exposición parisiense en el Museo Nacional de la Marina -abierta hasta el 31 de agosto- que relaciona la historia del Nautilus con el impacto que causó en Verne su visita a la Exposición Universal en 1867, un año antes de lanzarse al mar con Nemo y Aronnax. Allí vio los primeros acuarios gigantes de agua dulce y salada, descubrió el potencial de las escafandras, siguió con atención los problemas que planteaba la apertura del canal de Suez y de construir un submarino.

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Verne y el lector

La base científico-técnica utilizada por Verne es sólida, pero el hecho de descubrir las ediciones originales de Hetzel, maravillosos volúmenes que ocuparon cuarenta años de producción literaria, prueba que el exceso estaba en la naturaleza misma del escritor. Sus casas en Amiens y Nantes, sus yates, sus viajes, los 159 buques a los que se refiere en 62 novelas, su crónica del Great Eastern, transatlántico de 211 metros y pensado para 4.000 pasajeros que fue -como metáfora de Babel- un fiasco económico, la evocación de Un capitán de quince años, de todos los rostros que en el cine o la televisión han sido personajes de Verne forman parte de un despliegue imaginativo que ayudó a configurar los sueños de varias generaciones, primero de adultos encantados con las aventuras, luego de adolescentes arrastrados a la "vernefilia", ahora por escritores reputados que redescubren un autor que, tal y como dice J. M. G. Le Clézio "puede leerse a cualquier edad porque hay algo en él que entronca con los mitos, es decir, con relatos antiguos que suceden más allá del tiempo y el espacio".

Otras exposiciones en Amiens, ciudad donde falleció, son Los tesoros del señor Jules, Nemo y Los niños del capitán Verne, sobre cómo la ciencia-ficción se ha convertido en realidad. Los homenajes en Nantes, su ciudad natal, incluye las muestras Verne, un mundo ilustrado y Marte, exploración de un planeta. Además de coloquios en la que fuera su casa.

En Barcelona, el Museo Nacional de la Ciencia abre en junio la exposición Jules Verne, viajar, viajar, viajar. Consta de tres ámbitos: El emblemático, Espacio Verne y La ruta Verne dentro del Museo, a cargo de CosmoCaixa.

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