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Sanidad implanta la carrera profesional pese al rechazo de las asociaciones de médicos

Inclán considera "irresponsable" paralizar el modelo después de dos años de trabajo

Osakidetza implantará este año la carrera profesional de sus médicos, pese a que el modelo elegido es rechazado por las dos asociaciones de este colectivo: el SME y la Federación de Facultativos. El consejero de Sanidad, Gabriel Inclán, reconoció que hubiese preferido un "acuerdo regular" aceptado por los profesionales, pero consideró "irresponsable" paralizarlo ahora tras dos años de trabajo y "más de 60 reuniones". Este instrumento, que costará a Osakidetza 13 millones, permitirá a los médicos subir de nivel profesional y retributivo con carácter retroactivo al 1 de enero.

La carrera profesional es una reivindicación histórica del colectivo médico en Osakidetza, con la que se pretende evitar que profesionales con más de 30 años de servicio permanezcan en el mismo puesto. "Es una iniciativa de justicia, de motivación", explicó ayer Inclán. La elaboración del modelo se inició en 2003, pero, como sucede con las restantes cuestiones laborales en al Sanidad pública, ha permanecido atascada.

La Federación de Facultativos, la única asociación que representa exclusivamente a los 2.000 médicos de hospitales, ha tratado este asunto de manera monográfica -ante la falta de avances en otras cuestiones- con la dirección de Sanidad durante los dos últimos meses. Las posturas se acercaron mucho, pero al final el acuerdo no se logró y fue rechazado por cerca del 65% de los facultativos que votaron, según los datos de la Federación.

El Sindicato Médico, que agrupa también a los profesionales rurales y de atención primaria y cuenta con el 11,4% de toda la representación en Osakidetza, no ha abordado con Sanidad la carrera, puesto que es una de las tres centrales que promueven las huelgas iniciadas el pasado mes.

Pese al rechazo de ambas asociaciones, Inclán dijo que el documento presentado por Osakidetza ha generado "discrepancias entre el propio colectivo médico y sus representantes" y aseguró que ha sido aceptado en los hospitales más grandes. Según la Federación, hubo más votos favorables en el Complejo Donostia y en Cruces, los dos mayores centros hospitalarios vascos, pero el conjunto de los médicos lo ha rechazado.

El consejero admitió que prefiere un "acuerdo regular" sobre cualquier asunto con el consenso de los trabajadores, pero se preguntó cuál es la solución "cuando las condiciones son buenas", como, a su entender, sucede en este caso. Añadió que, si se paraliza la propuesta, los perjudicados serían los "miles de médicos" que llevan años esperando a su aprobación. "Sería una irresponsabilidad aparcarlo ahora, después de tanto trabajo y de incorporar tantas mejoras", recalcó.

Cuatro niveles

Por ello, Inclán pretende su inminente aprobación en el Consejo de Gobierno y su aplicación este año con carácter retroactivo al 1 de enero. Este modelo se extiende a todos los licenciados sanitarios de atención primaria y especializada y prevé cuatro niveles: el especialista adjunto, al que se accede a partir del quinto año de servicios y supone 3.000 euros anuales adicionales de retribución; el especialista senior, que requiere 11 años y permite 6.000 euros más; el consultor, con más de 18 años y 8.000 euros complementarios de sueldo, y el consultor senior, con más de 25 años y 11.000 euros más.

El consejero aseguró que habrá convocatorias anuales y el paso a los niveles se decidirá en función de la labor, la docencia, la investigación y formación y la implicación y el compromiso con Osakidetza de cada facultativo. El comité de evaluación será paritario entre médicos y directivos de la Administración. Sanidad ha calculado que este modelo tendrá un coste de 13 millones de euros.

La Federación de Facultativos ha rechazado la propuesta por discrepancias sobre las valoraciones económicas de cada nivel y la composición y contenido de los comités de evaluación, entre otros aspectos.

Inclán, quien anunció que el próximo año pretende implantar el desarrollo profesional en el sector de la enfermería, opinó que el acuerdo sobre el convenio alcanzado con los sindicatos minoritarios (CC OO, LAB y UGT) debería lograr la "paz social" en Osakidetza, donde no existe convenio colectivo desde hace cinco años.

El titular de Sanidad volvió a censurar la postura de ELA, SATSE y el SME, que tienen el 58% de la representación sindical, de mantener las huelgas escalonadas por comarcas, iniciadas hace un mes. Calificó de "extemporáneo" el anuncio de un recurso judicial contra el acuerdo logrado con las centrales minoritarias "cuando no hay una base jurídica".

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