La AVT pide ante 300 personas la unión de las víctimas frente al terror

La Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) reunió ayer en el parque del Retiro (Madrid) a unas 300 personas para conmemorar en silencio el Día Europeo en Memoria y Recuerdo de las Víctimas. El presidente de la entidad, Francisco José Alcaraz, leyó un comunicado en el que pidió "la unión entre las víctimas del terrorismo sin fronteras de ningún tipo". No hubo ni una referencia en público a la pugna que mantiene con Gregorio Peces-Barba, alto comisionado del Gobierno para la Atención a las Víctimas del Terrorismo.

La AVT había organizado su acto central con motivo del 11-M en Madrid, y también convocó concentraciones en otras nueve provincias. La asociación preveía la asistencia al acto del Retiro, celebrado minutos después de concluir la inauguración institucional del Bosque de los Ausentes, de unas 5.000 personas; acudieron unas 300. El acto consistía en una ofrenda de claveles blancos, que fueron alineados en el suelo formando la frase "Por ellos" mientras sonaba el himno a las víctimas del terrorismo del compositor Manolo Carrasco.

Alcaraz leyó un manifiesto en el que subrayó que el acto respondía a la consagración del 11 de marzo como el Día Europeo en Memoria y Recuerdo de las Víctimas del Terrorismo. También rememoró las "horas terribles" del día del atentado y la "profunda desazón ante la suerte de los fallecidos y de los cientos de heridos".

"España", siguió, "por desgracia ha sido un país fuertemente sacudido por los terrorismos de toda índole: ETA, GRAPO, Terra Lliure, terrorismo islamista, etcétera". Este hecho "nos sitúa como país y como sociedad en la obligación moral de atender las necesidades de aquellos que lo han dado todo por la democracia y que, en definitiva, suponen el testimonio más palpable de cuanto es el odio que anida en las mentes de los enemigos de la libertad y de la tolerancia".

El presidente de la AVT destacó que la fecha del 11 de marzo debe ser, "ante todo, un motivo de unión; unión entre las víctimas del terrorismo sin fronteras de ningún tipo, pues igual de global que es el mal que nos amenaza lo es el estatus de la víctima que ha de ser objeto de protección allí donde se encuentre". Sin una sola referencia crítica ni al Gobierno ni a Gregorio Peces-Barba ni a cualquier otra asociación de víctimas (la convocatoria era en solitario de la AVT), Alcaraz pidió dos minutos de silencio, que fueron seguidos también por Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid; Concepción Dancausa, presidenta de la Asamblea regional, y el ex alcalde de la capital José María Álvarez del Manzano, entre otras personalidades del PP.

Pese a que durante el acto Alcaraz no hizo referencia alguna a Peces-Barba, sí habló de él a preguntas de los periodistas. Dijo que el alto comisionado no había sido invitado porque la asociación no lo considera "digno ni representa a la AVT, por lo que no era conveniente que acudiera". A esas horas, la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, hacía, durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, una cerrada defensa de Peces-Barba. De él dijo que es "una persona del máximo prestigio y la máxima categoría profesional", que "desarrolla su trabajo conforme a lo que se espera de él".

La vicepresidenta hizo esa declaración tras subrayar que el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales había concedido la medalla de oro del mérito al trabajo a 18 asociaciones de víctimas del terrorismo, pero no a la AVT, ya que ésta había renunciado a recibir el galardón como colectivo. Serán condecorados individualmente aquellos asociados que lo soliciten, según el Gobierno.

El presidente de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas emitió un comunicado en el que lamenta las opiniones vertidas sobre Peces-Barba y expresa su público reconocimiento "a su trayectoria universitaria, intelectual, humanista y democrática, en la que ha prestado y sigue prestando destacados servicios a la sociedad española".