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El Cabril recibió en 2004 un 84,7% menos de residuos de instalaciones nucleares que el año anterior

Manuel Planelles

El Centro de Almacenamiento de Residuos Radiactivos de Baja y Media Actividad de El Cabril (Córdoba) recibió en 2004 un 84,7% menos de residuos procedentes de instalaciones nucleares que en el ejercicio anterior. La planta, que gestiona la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa), achacó ayer esta disminución al impacto que ha tenido la Ley de Medidas Fiscales y Administrativas de la Comunidad Autónoma de Andalucía.

Esta norma, conocida como Ley de Fiscalidad Ecológica y que entró en vigor en enero de 2004, grava con 7.000 euros el metro cúbico de residuos radiactivos que entran en El Cabril. Según la compañía, la aplicación de la norma ha provocado que las centrales nucleares hayan decidido alojar sus desechos, como les permite la legislación, en depósitos acondicionados en sus propias instalaciones. Ante esta situación, que se traduce en que en 2004 entraron en el centro 304 metros cúbicos de desechos nucleares frente a los 1.997 metros cúbicos del año anterior, Enresa ve otras salidas. Por un lado, esperan que el recurso que presentó el Gobierno anterior del PP y al que se sumaron varias empresas energéticas, termine por declarar inconstitucional la Ley de Fiscalidad Ecológica.

Pero si esto no ocurriera José Antonio Pina, presidente de Enresa, se mostró ayer convencido de que las centrales volverán a enviar sus residuos nucleares a El Cabril cuando completen sus depósitos propios. Lo que sí parece claro, según Pina, es que el volumen de entrada no llegará a las cotas de años anteriores ya que las centrales están estudiando nuevas formas de reducir el espacio que ocupan sus desechos. Pina se marcó ayer el objetivo de recibir anualmente unos 600 metros cúbicos de residuos. Actualmente, el centro almacena 24.985 metros cúbicos de residuos de baja y media actividad, lo que supone que 17 de las 28 estructuras de almacenamiento están llenas u ocupadas.

Durante el 2004, según los datos facilitados ayer por Enresa, se realizaron 917 tomas de muestra de control del aire, aguas, radiación directa y vegetación, como establece el Plan de Vigilancia Radiológica Medioambiental de la planta. Guerra-Librero sostuvo que todas demostraron que el impacto radiológico de El Cabril sobre el entorno fue "nulo".

El director de El Cabril, también restó importancia al conato de incendio que se produjo hace dos días en las instalaciones. Explicó que fue sólo un "incidente convencional" en uno de los sistemas eléctricos que, precisamente, había sido revisado el pasado martes. Aunque todavía están a la espera de un informe definitivo, parece ser que, tras la revisión, "algún contacto quedó mal enganchado" y provocó el calentamiento de unas baterías. Para sofocar el fuego sólo fue necesaria la utilización de un extintor con el que se apagó "una pequeña llama" que no afectó al funcionamiento de la planta, según la compañía.

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Sobre la firma

Manuel Planelles
Periodista especializado en información sobre cambio climático, medio ambiente y energía. Ha cubierto las negociaciones climáticas más importantes de los últimos años. Antes trabajó en la redacción de Andalucía de EL PAÍS y ejerció como corresponsal en Córdoba. Ha colaborado en otros medios como la Cadena Ser y 20 minutos.

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