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Reportaje:

El silencio roto del falso polaco

El periodista valenciano Raúl Riebenbauer relata en un libro la investigación que le llevó a la verdadera identidad de Heinz Ches

Ferran Bono

El periodista valenciano Raúl M. Rienbenbauer cuenta en primera persona la historia del falso polaco Heinz Ches que fue ejecutado a garrote vil el 2 de marzo de 1974 por el gobierno franquista, casi al mismo tiempo que Salvador Puig Antich. Y lo ha hecho en primera persona porque la redacción del libro ha sido como "una liberación después de 10 años obsesionado", según explica ayer el autor, por la historia de este alemán, su auténtica nacionalidad, que en realidad se llamaba Georg Michael Welzel, condenado por matar al guardia civil Antonio Torralbo en 1972 en un camping de L'Hospitalet de l'Infant.

El resultado de esta larga investigación periodística es el libro El silencio de Georg. La verdadera história sobre la ejecución de Heinz Ches, la torna de Puig Antich (editado por RBA en castellano y La Magrana, en valenciano), que ayer se presentó en la Casa del Llibre de Valencia ante numeroso público. Carme, la hermana de Puig Antich, y el periodista de EL PAÍS Miguel Ángel Villena acompañaron al autor en la presentación.

El libro es la reconstrucción de una identidad que pretende rescatar un hecho luctuoso acaecido en los estertores del franquismo, explica Riebenbauer. No se trata de dictar, 30 años después, sentencia de culpabilidad (los datos aportados apuntan en este sentido) o inocencia, sino de contar la verdad sobre un individuo al que se le negó la identidad y que fue una de las dos últimas víctimas de la pena de muerte en España, con el añadido de la inhumana y larga agonía que experimentó al serle aplicado defectuosamente el garrote vil.

El periodista ha contado la historia en primera persona porque él mismo se implica. Relata su obsesión (nombre del primer capítulo) y los pasos que siguió en una investigación periodística que le ha llevado a establecer una relación con la familia recuperada de Welzel.

Riebenbauer señala que la obra se podría inscribir en el género del "ensayo narrativo", expresión acuñada por Ignacio Martínez de Pisón para calificar su reciente libro Enterrar a los muertos. "Y es inevitable pensar también en la influencia de Soldados de Salamina, de Javier Cercas", apunta el periodista. "Todos los datos aportados han sido contrastados y no han sido modificados", agrega.

La idea de escribir el libro surgió después de que Rienbenbauer fuera apartado por desavenencias con la productora Malvarrosa de la realización de la película documental La muerte de nadie. El enigma de Heinz Ches, estrenada hace unos meses. En una nota en el libro, el autor refiere brevemente este capítulo indicando que tras "experiencias amargas" fue "expulsado" de su "propio proyecto". Luego decidió seguir investigando y escribir el libro.

Un libro que Miguel Ángel Villena considera "muy interesante" porque es el trabajo de "investigación periodística", que se lee como si fuera "una novela" y que reivindica la memoria sobre un etapa de la historia de España marcada "por las sensaciones mezcladas de pánico y esperanza".

Tras advertir que ella no está acostumbrada a hablar, Carme Puig Antich, que conoce desde el principio las investigaciones de Riebenbauer, recuerda que la muerte del falso polaco a garrote vil se produjo "de rebote total" para quitar hierro político a la ejecución de su hermano anarquista. Al respecto manifestó que su familia, respaldada por abogados, ha pedido la "revisión del caso" de Puig Antich ante pruebas como la desaparición del informe de balísticas, entre otras.

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Sobre la firma

Ferran Bono
Redactor de EL PAÍS en la Comunidad Valenciana. Con anterioridad, ha ejercido como jefe de sección de Cultura. Licenciado en Lengua Española y Filología Catalana por la Universitat de València y máster UAM-EL PAÍS, ha desarrollado la mayor parte de su trayectoria periodística en el campo de la cultura.

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