_
_
_
_
Reportaje:INVESTIGADORES SIN NÓMINA.

Los becarios denuncian su precariedad laboral y exigen entrar en la Seguridad Social

El Congreso debatirá en noviembre la proposición de ley andaluza para atender la demanda

Juan Carlos Hernández investiga las posibilidades del hidrógeno como carburante alternativo. Los resultados de sus pruebas, que forman parte de un proyecto nacional, pueden aportar una solución al agotamiento de materias primas y contribuir a encontrar una nueva energía más limpia. Maneja cada día un microscopio electrónico que cuesta dos millones y medio de euros. Juan Carlos es becario en la Universidad de Cádiz y tiene 30 años. Le quedan dos años de trabajo porque está en la mitad de su beca. Cuando finalice, le quedarán las lecciones aprendidas. Pero no recibirá ni prestaciones por desempleo ni habrá cotizado ni una sola hora a la Seguridad Social.

Juan Carlos es uno de los más de 4.000 becarios andaluces, una cifra aportada por la Federación de Jóvenes Investigadores (FJI), asociación que lleva años reclamando un fin definitivo a la discriminación que padecen. De momento, a pesar de su lucha, los resultados han sido escasos. "No existe otro ámbito laboral, que no sea el de investigación, donde a un titulado superior no se le ofrezca un contrato desde su primer año un trabajo", denuncia el presidente cordobés de la FJI, David Lozano. "Un título te debe dar derecho a ser empleado como un profesional desde el primer momento".

Las becas, a diferencia del contrato, no recogen derechos fundamentales como la cotización a la Seguridad Social por el tiempo trabajado. Tampoco hay prestaciones por desempleo. La variedad de estas ayudas a los investigadores es amplia. Según denuncia la FJI, la mayoría tampoco contemplan ni bajas por enfermedad ni por maternidad.

La Junta calcula que en Andalucía existen más de 18.000 investigadores, inscritos en 1.880 grupos de investigación, de los cuales 4.000 son becarios. El Gobierno autonómico, tal y como reconoce la FJI, fue "pionero" en la pasada legislatura al proponer una serie de medidas para mejorar las condiciones laborales de los becarios. Entre las iniciativas, el implantar el sistema 2+2 (dos años de beca y dos años de contrato), que fue después aplicado en otras comunidades. El Parlamento andaluz aprobó en 2003 una proposición de ley que permitirá convertir las becas de los investigadores en contratos.

Sin embargo, los becarios andaluces denuncian que los avances ahora son retrasos. Otras comunidades, como Cataluña, ya tienen implantado el sistema 1+3. Además, no todas las instituciones andaluzas aplican el 2+2. Extremadura también se ha adelantado al añadir una disposición que permite a los alumnos predoctorales de 3 y 4 años tener automáticamente un contrato, algo que no ocurre en Andalucía.

La FJI no se explica tampoco el retraso que acumula la aprobación de la proposición de ley, que todavía debe pasar por el Congreso para su definitiva aplicación. La responsable de Educación del PSOE andaluz, Cinta Castillo, ha confirmado que será en noviembre cuando se debata la propuesta, dos años después de aprobarse en el Parlamento andaluz. "El Plan Ibarretxe, que sigue el mismo proceso, fue aprobado en Euskadi esta legislatura y ya se ha debatido en el Congreso. Es una cuestión de prioridades", asegura David Lozano. La responsable del PSOE espera que la proposición sea aprobada sin problemas.

Juan Carlos Hernández cobra unos mil euros al mes. Ha podido solicitar una hipoteca porque su pareja trabaja. No así otros compañeros, que tienen que vivir de alquiler porque los bancos reclaman nóminas para conceder préstamos. Nóminas que no tienen. También se las exigen en los grandes almacenes, cuando quieren comprar algo a plazos. "En todos estos años de lucha, nunca hemos pedido una subida salarial. Sólo queremos un contrato", asegura.

En su laboratorio, Juan Carlos trabaja una media de nueve horas diarias. Le quedan dos años para terminar su beca. "Falta mucho pero también muy poco porque aquí se me pasan los días volando".

Según lamenta el presidente de la FJI de Córdoba, David Lozano, la vocación laboral de los investigadores, la que les hace trabajar cada día sin apenas derechos ni retribuciones, ha jugado en contra de ellos. "Nos apasiona lo que hacemos. Pero me imagino que también a Ronaldo le gusta su trabajo y cobra mil millones. Nosotros sólo pedimos un contrato y que si tenemos un accidente nos cubra la Seguridad Social".

Plan de la Universidad de Cádiz

La Universidad de Cádiz (UCA) ha aprobado un plan propio de investigación para complementar las ayudas que, cada año, reciben los alumnos de los diferentes programas europeos, nacionales y autonómicos. Entre las mejoras introducidas, un incremento de la cuantías a mil euros, que obligará a aumentar los 182.000 euros dedicados el pasado año a los becarios de investigación en un porcentaje todavía por aprobar. La UCA, que se reconoce con dificultades financieras, asegura querer avanzar en la transferencia de conocimientos y anima a los universitarios a solicitar estas subvenciones. Este esfuerzo inversor no es aplaudido por la Asociación de Investigadores Becarios de Cádiz. Su presidente, Daniel Ortega, asegura que este plan "consolida" la precariedad de los investigadores al no contemplar bajas por maternidad ni el sistema 2+2 (dos años de beca y dos de contrato), un compromiso adquirido por el rector, Diego Sales. "Sigue sin escuchar las reivindicaciones del colectivo", lamentó.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_