"Me he sentido como un detective en busca del asesino"
José Robles y John Dos Passos se conocieron durante una excursión a Toledo, en 1916. Se hicieron muy amigos. Robles, que era profesor asociado de la Universidad Johns Hopkins de Baltimore (Virginia), tradujo al español Manhattan Transfer. En junio de 1936, la familia Robles viajó a España para pasar sus vacaciones. Les sorprendió la rebelión militar de julio y Pepe pidió un permiso temporal a la Johns Hopkins para quedarse y defender la República.
Trabajó como traductor de los agregados militares soviéticos. Una noche de febrero de 1937, en Valencia, adonde se había trasladado el Gobierno republicano, fue detenido por los servicios secretos soviéticos. Desapareció. Fue asesinado. Dos Passos se desesperó por saber qué había pasado, por ayudar a la familia. ¿Quién mató a Robles? ¿Por qué?
"José Robles fue un republicano liberal y leal. Todo cambió cuando empezó a ser intérprete de los militares soviéticos"
"No es un libro estrictamente literario, es un género que no tiene tradición en España: el ensayo narrativo. Diálogo con la verdad"
Ésta es la historia que fascinó a Ignacio Martínez de Pisón (Zaragoza, 1960), que con Enterrar a los muertos (Seix Barral) da un giro radical a su trayectoria literaria. El libro es un "ensayo narrativo", como él dice, exhaustivamente documentado, muy bien escrito, que atrapa al lector de la primera a la última página.
Pregunta. ¿Cómo surgió el interés por Robles?
Respuesta. Siempre he estado interesado por la guerra española vista por los extranjeros. Me enteré de la existencia de Robles por un libro, John Dos Passos: Rocinante pierde el camino, pero aparecía como un personaje secundario. Me pareció una historia ideal para que la escribiera Javier Cercas, pero como él no lo hizo, lo he hecho yo.
P. ¿Por qué sigue interesando tanto la guerra?
R. Porque hay heridas abiertas que tienen que cicatrizar. Mientras no se haya sepultado dignamente a los muertos seguirán vagando sus fantasmas y no se cerrarán las heridas.
P. ¿Fue Robles un traidor?
R. Fue un republicano liberal y leal. Según Dos Passos y según la familia de Robles, éste era muy dicharachero y conversador. Todo cambió cuando empezó a ser intérprete de los militares soviéticos. Manejaba material peligroso, pero, según ellos, jamás se fue de la lengua.
P. La muerte de Robles fue decisiva en la ruptura entre Dos Passos y Hemingway.
R. Dos Passos era muy amigo de sus amigos. Creyó en una gran conspiración mundial comunista. Esto es lo más antipático del personaje. Se volvió anticomunista, muy conservador, excesivamente identificado con determinados valores de Estados Unidos. Hemingway creía que primero había que ganar la guerra y que luego ya se hablaría de cómo sería la República.
P. Se nota que le cae mejor Dos Passos que Hemingway.
R. Dos Passos era muy sensato y leal. Le dolió muchísimo la ruptura. No fue tan duro con Hemingway como éste con él. Hemingway era más frívolo, menos coherente. Acabada la guerra, volvió enseguida a España e hizo propaganda franquista en los sanfermines.
P. En su libro queda claro que la represión estalinista en España fue horrible.
R. Habría que revisar la historiografía de la Guerra Civil. Habría que cuantificar qué grado alcanzó la represión estalinista. Pero no hay que olvidar que la franquista fue horrorosa. Coincidieron dos totalitarismos en todo su esplendor, pero había gente moderada de uno y otro lado. El estalinismo no llegó a implantarse en España, sólo en casos muy concretos. Las decisiones no se tomaban aquí, sino en Moscú. Muchos comunistas españoles se opusieron y otros fueron víctimas de la intoxicación soviética. En su mayoría fueron muy heroicos, y más aún durante el franquismo.
P. Hasta el capítulo cuarto, usted cuenta las cosas desde la distancia, pero en éste, sobre las circunstancias de la muerte de Robles, comparece como escritor.
R. Porque no he conseguido documentación que pudiera presentar como imbatible, pero es información que me consta, y asumo la responsabilidad. Creo que está muy cerca de la verdad. Me he sentido como un detective que va en busca del asesino.
P. ¿Se siente historiador?
R. Historiador amateur. No es un libro estrictamente literario, es un género que no tiene tradición en España: el ensayo narrativo. Diálogo cara a cara con la verdad.
P. Es conmovedor el vía crucis de Francisco (Coco) y Margarita (Miggy), los hijos de Robles.
R. El conflicto moral de los hermanos Robles es tremendo. Su padre es calumniado y ejecutado, cualquier otro se hubiera pasado al otro bando, pero ellos permanecieron fieles a la República y colaboraron aún más con el Gobierno legítimo.
P. Hay también una historia de amor. La de Miggy y Luis Azcárate. Se enamoraron en París en 1939 y no volvieron a verse hasta 1983.
R. Viven juntos desde entonces, ahora en Sevilla. Si no hubiera encontrado a Miggy, no hubiera escrito el libro. Su memoria privilegiada, su testimonio, ha sido decisivo.
P. ¿Qué le ha parecido?
P. Cuando le dije que estaba investigando la historia de Robles se quedó sorprendida y trastornada. Estaba resignada a la ambigüedad que pesaba sobre su padre. Ahora se siente feliz por la reivindicación de la figura de Robles, por la reparación moral de un hombre bueno y un republicano leal.
Babelia
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