_
_
_
_
ARCO 2005
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

El arte digital consolida su presencia

El arte digital también se vende. No sólo fotografías y vídeos realizados con técnicas digitales, lo cual forma parte del normal desarrollo del medio, sino también las obras que utilizan las nuevas tecnologías de una forma creativa e innovadora, buscando en ellas nuevos significados e inéditas formas de percepción. Los artistas han superado el escollo de la obra inmaterial, hecha sólo de código informático, proporcionando a sus piezas un contexto objetual o instalativo que las hace más apetecibles para el mercado del arte. Lo demuestra Bitforms, galería de Nueva York especializada en new media art (en su más amplia acepción de arte realizado con nuevos medios), que ha vendido numerosas obras, entre ellas la escultura reactiva Wooden Mirror, de Daniel Rozin, y Stitch, de Lincoln Schatz, un vídeo que incorpora la grabación del espectador en la composición, a la Fundación Sorigué de Lérida. La galería OMR de Ciudad de México, que ya el año pasado vendió obra de Rafael Lozano-Hemmer, repite el éxito con dos ejemplares de Tensión superficial, un ojo humano que persigue al visitante desde una pantalla de plasma.

Más información
Las mujeres vuelan, pero no despegan

Otra novedad en el ámbito del arte digital ha sido la sección comisariada Black Box@Arco, que reúne 16 galerías seleccionadas por seis comisarios. Desgraciadamente, la caja negra no goza del mismo tratamiento espacial de otras secciones, de modo que las propuestas han tenido que instalarse en angostos cubículos sobre dos niveles. Esto ha hecho que determinadas piezas interactivas, como Glorias de la contabilidad, de Lozano-Hemmer, no funcionen como es debido. Entre los numerosos vídeos, un medio que ha ido introduciendo de forma paulatina las nuevas técnicas digitales, destacan dos obras del turco Haluk Akakçe presentadas por la joven galería barcelonesa Noguera y Blanchard. Ha sido un vídeo expuesto en Black Box, el ganador del Premio de la Comunidad de Madrid, concedido a Thomas Köner por su proyección ralentizada de la vida cotidiana en las calles de Kabul, que ya se hizo con el Golden Nica de Ars Electronica, el premio más prestigioso en el ámbito del arte electrónico. La Galería Metropolitana de Barcelona propone una nueva forma de visualizar los vídeos (en este caso, de Bigas Luna), mediante un prototipo de pantalla dotada de un software que permite al espectador detener la imagen y mantenerla así durante el tiempo que desee. De la Metropolitana es también uno de los proyectos más comentados de la feria, Corridor Obedience Study #1, del colectivo Fakeshop, que combina performance e imagen digital. Al entrar en un espacio completamente oscuro, el visitante es invitado a pulsar un botón que enciende la luz de una especie de sala de tortura, donde un hombre o una mujer desnudos reaccionan a su gesto con gritos, sollozos e incluso insultos. Como recuerdo de su experiencia como "torturador", el espectador se puede llevar la foto que inmortaliza el instante.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_