"Intento reflejar la angustia y buscar el sentido de la existencia"

El espacio, el color y la búsqueda incesante de una dimensión diferente en la pintura y la escultura persiguen al artista Juan Genovés (Valencia, 1930) en toda su obra. Desde hoy y hasta el 12 de marzo exhibe en la galería Marlborough (Orfila, 5, Madrid, www.galeriamarlborough.com) sus últimos trabajos: una veintena de acrílicos sobre tela y sobre tabla de gran tamaño, y media docena de esculturas en hierro pintado. "Las pinturas y las esculturas están integradas, armonizan y llegan a formar parte de un todo".

La multitud de figuras que bailan o caminan sobre los cuadros forman parte, afirma, de "un juego espacial que trato de crear y la pintura es un punto de referencia en ese espacio en el que intento trabajar. Si se quiere explicar con palabras qué hacen esas multitudes que pululan por mis cuadros, tengo que decir que pueden estar relacionadas con diversos acontecimientos que ocurren en la sociedad en la que vivimos. Pero el mundo de las palabras y la plástica tiene poco que ver y, cuando se juntan, pueden llegar a crear pequeños monstruos". Genovés sostiene que todo creador es notario del tiempo que le ha tocado vivir: "Cuando pinto esas multitudes también reflejo la angustia del individuo. Una pintura no es como un cartel, intento que tenga muchas lecturas, que el espectador, cuando se coloque delante del cuadro, tenga que pensar. Pero la lectura que más me interesa como pintor es la del juego del espacio en el que la figura es un punto de referencia".

A pesar de la lucha individual que mantiene el artista entre el mundo de las palabras y la plástica, afirma que "en el fondo" de sus últimos cuadros "estamos todos". "Intento reflejar la angustia y buscar el sentido de la existencia como se busca en todo tipo de actividad artística. La gente mira una pintura y ve la verdad, pero no se la cree. Se dice que el artista es un genio, y el espectador, un microbio; sin embargo, creo que el público es el grande, y el artista, el pequeño". En la obra de este pintor, marcado por la Guerra Civil, ha habido muchos tonos oscuros coincidiendo con distintas etapas creativas, pero en esta nueva serie de trabajos el color ha ido apareciendo paulatinamente y de forma casi rabiosa. "La aparición de nuevas tonalidades a lo mejor tiene algo que ver con el ambiente que nos rodea. Estoy en el momento del color y el último cuadro que he pintado es muy fuerte de tono [las siluetas en negro sobresalen sobre un fondo rojo]. El drama puede llegar a pintarse con colores bonitos, el drama no es sólo el negro. En mi último trabajo cobra mucha importancia el color porque tiene un volumen que juega violentamente con el espacio".

Juan Genovés presenta en esta exposición varias esculturas en hierro en diferentes tonos. "La escultura es una necesidad que tengo de trabajar sobre la tercera dimensión. En esta nueva faceta creativa me gusta la reducción de medios. Lo más difícil y la mayor apuesta de un artista está en decir lo más posible con lo menos, llegar al mínimo de todo. Y la lámina de metal es lo mínimo que se le puede pedir a una escultura".

Cavidad orbitaria, Hallazgo discoidal, Movimientos subjetivos, Núcleo o Soliloquio son algunos de los cuadros en los que las figuras parece que escapan de las telas. "Es el afán que todos tenemos de escaparnos de lo que somos, de ese querer ser. Es la lucha entre el no saber y el querer ser, luchas permanentes del individuo".

Genovés no ha encontrado todavía la razón por la que va en busca del espacio, pero dice que hay algo que le entusiasma, y es encontrarse a un espectador frente a sus cuadros sin hablar. "La simple lectura de los ojos me parece extraordinaria. Yo me expreso con cosas que no son palabras y la plástica tiene la ventaja de ser universal. Si pudiera explicar con palabras lo que deseo expresar, tal vez no pintaría. La pintura es muy mágica y, si no, ahí están las cuevas de Altamira".