Aclaraciones

A propósito del editorial publicado en el día 20 de enero por el diario EL PAÍS, es oportuno hacer algunas aclaraciones sobre los hechos a los que se refiere.

Como desde un principio lo dijo el Gobierno colombiano, en lo que respecta al caso de Rodrigo Granda, miembro del grupo terrorista FARC, cabe señalar que la Policía Nacional hizo la detención del señor Granda en la ciudad de Cúcuta, a partir de una información por la cual se pagó una recompensa. Tal como lo señala en su segundo punto el comunicado que emitió el pasado 14 de enero la Casa de Nariño, "la política de recompensas es un instrumento legítimo de los Estados, que ayuda en el proceso de derrotar el terrorismo".

Con el fin de aportar información que considero pertinente, me permito informarle que el señor Rodrigo Granda es investigado por la Unidad Nacional de Antiterrorismo de la Fiscalía General de la Nación, por los delitos de terrorismo y rebelión, y cursan contra él investigaciones preliminares por su responsabilidad en negocios de tráfico de armas y por enriquecimiento ilícito. La oficina de Interpol en Colombia expidió, el 5 de enero de 2004, un documento alertando sobre la presencia de terroristas colombianos en el exterior -entre ellos el señor Granda- y pidiendo a los distintos Gobiernos suramericanos informar sobre la presencia, actividades y contratos de estas personas. Su inclusión en el listado de la Interpol obedece, entre otros motivos, por ser contacto entre los grupos terroristas FARC y ETA.