Kohl: "La Constitución europea es un compromiso que hay que aprobar"

El ex canciller Helmut Kohl, que ejerció el cargo durante 16 años (1982-1998), siempre ha sido un entusiasta de la unión de los países de Europa como garantía de paz y estabilidad en el Viejo Continente, y ayer volvió a ponerlo de manifiesto. Para él, la Constitución europea, que será sometida a referéndum en España el próximo 20 de febrero, "es un compromiso" que merece la pena aprobar. "Yo lucho por conseguirlo".

El político alemán habló ayer de la unificación alemana y la unidad europea ante cientos de estudiantes en el aula magna de la universidad San Pablo-CEU, invitado por la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES), que preside José María Aznar. Éste presentó al ex canciller como un estadista que había adoptado "decisiones difíciles, a veces impopulares",

en favor de la libertad.

Kohl conmemoró la caída del muro de Berlín hace 15 años, siendo él canciller, "por la presión social", que supuso el pistoletazo de salida para "un cambio trascendental en Europa". "Me parece muy importante resaltar que nuestros amigos españoles nos apoyaron sin titubeos" en el proceso de la reunificación frente a la reticencia de Londres, París y Roma. Éstos temían que la Alemania unida se saliese de la UE y de la OTAN, recuerda Kohl, y añade que "Margaret Thatcher llegó a decir que prefería una Alemania dividida a una Alemania unida". Aunque Mitterrand luego "tuvo el mérito de darse cuenta de la necesidad de la reunificación", que, sin duda, "nunca hubiera podido llevarse a cabo sin la unidad europea".

El ex canciller confiesa que los alemanes deben aquel logro a muchos, entre ellos a el ex presidente George Bush (padre), "que fue quien más ayudó", pero también a Ronald Reagan, su antecesor, "hombre con principios muy claros", que advirtió a Leonid Illich Breznev de que, si la URSS continuaba su carrera armamentista la perdería, y a Mijaíl Gorbachov de que debía derribar el muro. El despliegue de misiles Pershing-2 por EE UU en territorio alemán como desafío a la instalación de misiles SS-20 por la URSS en Europa del Este significó un punto de inflexión en la política internacional. "Nadie quería una nueva guerra, y sin el despliegue de los Pershing-2 la hubiese habido", dice Kohl, y añade: "Gorbachov comprendió entonces no sólo la importancia del desarme, sino también la del cambio político".

El apoyo de Kohl a la Constitución europea es firme, pero ello no le impide considerar un "error" que no se haya podido "mencionar a Dios". "No sé por qué. No lo entiendo", dice, y especifica que eso no quiere decir que se deba pertenecer a una Iglesia determinada. Y advierte también: "La amistad con EE UU es parte de nuestra existencia, y es una tontería pensar que por razones de política cotidiana se deba caer en una política antiamericana". Respecto al euro, Kohl considera que en Alemania ya no hay nadie en contra, y en cuanto a la adhesión de Turquía a la UE cree que va a ser un proceso que llevará de 10 a 15 años como "mínimo".