Lula se ofrece para mediar en la crisis entre Colombia y Venezuela

Luiz Inacio Lula da Silva puede ser la carta salvadora para solucionar la crisis entre Colombia y Venezuela, surgida a raíz de la extraña detención del dirigente de las FARC Rodrigo Granda hace poco más de una semana en Caracas. Así quedó planteado tras el encuentro que el presidente brasileño mantuvo el miércoles pasado con su homólogo colombiano, Álvaro Uribe, en Leticia, una ciudad fronteriza en la Amazonia colombiana.

"No se trata de una mediación, sino que vamos a iniciar un diálogo de amigos", aclaró el canciller brasileño, Celso Amorim. La idea es que Lula sostenga una charla con su amigo Hugo Chávez para buscar un espacio de diálogo que lleve finalmente a la distensión de las relaciones.

Desde el pasado viernes, por decisión de Chávez, están suspendidas las relaciones comerciales bilaterales y fue retirado de manera indefinida el embajador en Bogotá. Según Venezuela, Colombia violó su soberanía y sobornó a varios militares para "secuestrar" en Caracas a Granda. Para normalizar las relaciones exigió disculpas. Colombia insiste en que no hubo nada irregular y reconoce que pagó recompensa por el guerrillero. Ya está claro que Granda fue detenido en Caracas y llevado de manera clandestina a Cúcuta -ciudad colombiana fronteriza-, donde la policía lo detuvo oficialmente.

Colombia acusa, además, al país vecino de haberse convertido en refugio de terroristas. El mismo miércoles, una vez terminada la cumbre colombo-brasileña, Colombia envió a Venezuela por vía diplomática una lista de 10 comandantes guerrilleros que pasean con frecuencia por ese país y desarrollan diferentes actividades. En la lista extraoficial revelada por el diario El Tiempo están dos miembros del secretariado de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Raúl Reyes e Iván Márquez, y los dos máximos comandantes del Ejército de Liberación Nacional (ELN), Antonio García y Nicolás Rodríguez. Venezuela, a través de su vicepresidente, había conminado a Colombia a revelar estos nombres. "Si no lo dice, el Gobierno de Colombia es un gran mentiroso", aseguró. Extraoficialmente se dice también que entre las pruebas hay fotografías de campamentos de las FARC en territorio venezolano y grabaciones de conversaciones telefónicas.

Para ayer por la tarde, en el Palacio de Gobierno de Bogotá estaba programada una cumbre de ex presidentes para analizar la crisis. En la antesala se escucharon varias propuestas, entre ellas un diálogo directo Uribe- Chávez y la creación de una comisión de la verdad.

Pero mientras se busca una salida diplomática a la tensión bilateral, Estados Unidos sigue metiendo baza a favor de Colombia. La secretaria de Estado, Condoleezza Rice, repitió sus críticas a Chávez, al que calificó de "fuerza negativa para la región". El ex canciller colombiano Rodrigo Pardo, en su columna de ayer en El Tiempo, asegura que "la exitosa cooperación colombo- estadounidense no debería obligar al presidente Uribe a tragarse entera la poco constructiva visión de Bush sobre Chávez". Y asegura que le puede salir caro a Colombia su alineamiento total con Washington, la tensión permanente con Venezuela y el aislamiento regional. Según Pardo, la idea inicial de mediación de Lula fue recibida con reservas en Bogotá, por la incomodidad que produce en la Casa Blanca el proyecto brasileño de unidad suramericana.