Condenado a diez años el torturador de Abu Ghraib

Un tribunal militar de Tejas condenó ayer al suboficial del Ejército estadounidense Charles Graner a 10 años de cárcel por el caso de los abusos contra presos iraquíes de la cárcel de Abu Ghraib. El soldado Graner, de 36 años, considerado uno de los principales responsables de los malos tratos cometidos en esa prisión, situada en las afueras de Bagdad, fue declarado culpable el viernes de 10 acusaciones de maltrato y vejaciones.

Finalmente, el tribunal no castigó a Graner con la máxima pena, 15 años de cárcel. Sin embargo, Graner no volverá a vestir el uniforme de militar. Cuando concluya su condena, recibirá la "baja deshonrosa" del ejército.

El jurado, formado por cuatro oficiales y seis suboficiales del Ejército estadounidense, deliberó durante dos horas hasta que decidió la sentencia.

Por otra parte, el Gobierno interino iraquí ha preparado un plan de máxima seguridad para las elecciones que se celebrarán el próximo día 30, según anunció ayer en Bagdad el secretario de Estado para los Gobiernos Provinciales, Wael Abdel Latif. "Todos los colegios electorales estarán rodeados de un perímetro de seguridad en el que estará prohibida la circulación" con objeto de impedir los atentados con coche bomba, afirmó Abdel Latif.

"Aún no hemos decidido cuál será la distancia mínima entre los centros de votación y el tráfico de vehículos", precisó Abdel Latif. Fuentes de la Administración iraquí citadas por la BBC (radiotelevisión estatal británica) revelaron que se establecerán tres anillos de seguridad en torno a los 5.000 colegios electorales y otros edificios públicos importantes del país.

"El plan de seguridad se aplicará en todas las provincias y en todos los barrios de la capital y en todos los colegios electorales", agregó el secretario de Estado, quien también adelantó que se limitará la circulación de vehículos entre las diferentes zonas del país.

Abdel Latif reconoció, sin embargo, que el escrutinio no podrá desarrollarse con normalidad en cuatro provincias del país golpeadas por la violencia. Se trata de las provincias suníes de Al Anbar (oeste), Nínive (norte), Salahedín (norte) y Diayala (noreste). En Al Anbar o en Mosul (capital de Nínive), por ejemplo, ni siquiera se han iniciado las operaciones de registro de votantes. En estas zonas, la Administración electoral pretende crear "centros de votación seguros" en los que será posible registrarse para votar el mismo día 30.

Tres días festivos

El Gobierno iraquí también se plantea declarar tres días festivos en torno a la jornada electoral. Las fuerzas de seguridad iraquíes, que desplegarán a más de 100.000 de sus miembros y que recibirán una paga extra, contarán con el apoyo de unidades de reacción rápidas de la fuerza internacional dirigida por Estados Unidos. Los mandos militares de EE UU en Bagdad temen que se desencadene una ola de violencia en Bagdad en la jornada electoral. "Si un terrorista pudo penetrar en un campamento militar en Mosul para hacer estallar una bomba [el pasado 21 de diciembre] es de temer que un insurgente intente hacerlo también en un colegio electoral", afirmó ayer el general Joffrey Hammond, comandante adjunto de las fuerzas norteamericanas en Bagdad.