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CATÁSTROFE EN ASIA

El Gobierno de Yakarta quiere que las tropas extranjeras desplegadas se vayan en tres meses

Indonesia no pone límite a la permanencia de tropas extranjeras en su territorio, pero sí desearía que todos los contingentes destacados en Banda Aceh como soporte de la ayuda de emergencia a las víctimas del maremoto concluya en un plazo máximo de tres meses desde la catástrofe del 26 de diciembre. Sobre todo, ahora que la tensión sube en la región al reactivarse la guerrilla independentista Aceh Libre, que ha causado más de 10.000 muertos en 26 años. Así se lo explicó ayer el vicepresidente indonesio, Muhamad Yusuf Kalla, al ministro de Exteriores español, Miguel Ángel Moratinos.

"No es que haya puesto una fecha límite, pero sí ha expresado que su deseo, su plan, es que en un plazo de tres meses se liquiden las operaciones que requieren un apoyo militar y se emprendan las acciones de reconstrucción, con medios exclusivamente civiles", dijo Moratinos tras entrevistarse con Kalla en Yakarta.

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El ministro español había llegado poco antes a Yakarta para entrevistarse, hoy, con el presidente indonesio, Susilo Bambang Yudhoyono, y aclarar ante todo cuál será la situación del personal español, civil y militar, que está siendo desplegado en la región de Banda Aceh a fin de cooperar con las víctimas del maremoto en esta región devastada. Hoy, precisamente, está prevista la llegada de los primeros aviones Hércules cargados de ayuda.

Moratinos se mostraba ayer preocupado porque el Gobierno indonesio ha impuesto restricciones a los cooperantes extranjeros, con objeto de protegerles frente a eventuales ataques de la guerrilla. Por otra parte, debido a la congestión de tráfico que la ayuda masiva provoca, Indonesia ha restringido las actividades en el aeropuerto de Medan, próximo a Banda Aceh, donde tenían previsto aterrizar hoy los aviones españoles. De hecho, esos aparatos recibieron ayer la indicación de desviarse hacia el aeropuerto de Pekanbaru, y el programa de Moratinos en Indonesia estaba siendo revisado anoche para adaptarlo a estas circunstancias.

Tras su entrevista con el vicepresidente, el ministro se mostró esperanzado en que no habrá problemas. "Me ha dicho que los cooperantes tendrán plena libertad de movimientos y, además, estarán seguros, porque el Gobierno indonesio lo garantiza".

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Previamente, Moratinos se había encontrado en el aeropuerto con el presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja, José Manuel Suárez del Toro, quien le indicó que Banda Aceh sigue necesitando el auxilio internacional y le informó de que su organización lleva recaudados 800 millones de dólares para esta operación asiática, la cifra más alta jamás registrada en su historia.

Visita a Tailandia

El ministro Moratinos llegó a Yakarta procedente de Bangkok, donde se entrevistó ayer con el primer ministro tailandés, Thaksin Shinawatra, y con su homólogo, Surakiart Sathirathai. El encuentro sirvió de ocasión para que el enviado de Madrid expresara la solidaridad española con las víctimas de la catástrofe, aunque en un contexto muy distinto del que constató la víspera en Sri Lanka y volvió a encontrar anoche en la isla de Java. Más rica que los otros dos vecinos, Tailandia ha sido también menos castigada por las olas y no ha pedido ayuda de emergencia.

Más de 200 forenses de 24 países, incluidos cinco españoles, trabajan en estos momentos para identificar cadáveres en la localidad turística de Pukhet, la más afectada. Dos españoles, Manuel Vila y Manuel Perdiguero, continúan en paradero desconocido y hay pocas esperanzas de que puedan ser encontrados con vida.

El desastre tailandés es, con todo, muy modesto si se compara con el de los vecinos, aunque afecta a una industria básica para el país como es la del turismo. Dijo Moratinos que sus interlocutores tailandeses tendieron, no obstante, a quitar relevancia a los daños, que incluso le aseguraron que las instalaciones afectadas han sido ya restauradas y que se mostraron convencidos de que las perspectivas del sector para este año son boyantes.

Como ya hiciera la víspera en Colombo, el ministro concentró sus ofertas de cooperación en el turismo y la pesca, por ser los dos sectores más afectados por la catástrofe y dos de los que mejor conocen las empresas españolas. Moratinos promueve en este viaje una conferencia extraordinaria de la Organización Mundial del Turismo (OIT) en solidaridad con los países afectados por el tsunami del 26 de diciembre. El primer ministro tailandés apoyó la idea y se mostró dispuesto a que Bangkok sea sede de esa reunión.

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