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El número de muertes por violencia machista en Euskadi se dispara en 2004

En el último año fallecieron cinco mujeres, tantas como en los cuatro ejercicios anteriores

La violencia machista segó la vida de cinco mujeres en el País Vasco en 2004. Esta cifra, que rompe la ausencia de víctimas mortales en 2003, supone un salto cuantitativo importante, ya que suma tantas fallecidas como las registradas durante el conjunto de los cuatro ejercicios anteriores. Euskadi se sitúa así ligeramente por encima de la media nacional por cada millón de féminas. La Asociación Clara Campoamor confía en que la Ley Integral contra la Violencia de Género mejore la situación, pero advierte que habrá que esperar unos años para obtener resultados.

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La primera víctima mortal de 2004 fue Endurance, una mujer senegalesa de 33 años y embarazada de ocho meses que perdió la vida el pasado febrero en Bilbao al caer de un cuarto piso tras la última agresión de su compañero sentimental. La víctima había pedido que se anulara la orden de alejamiento. El caso de esta chica obligó a estrenar el triste apartado de fallecidas a manos de sus parejas o ex parejas, después de que el año anterior en Euskadi se cerrara sin muerte alguna, según los datos facilitados por la Ertzaintza y la Asociación Clara Campoamor. En 2002 hubo que lamentar una muerta, frente a las dos habidas tanto en 2001 como en 2000.

Sin embargo, la estadística del año pasado se cerró con cinco fallecidas. Tras Endurance, en septiembre, Adama Aua Bari, una joven de 27 años procedente de Guinea Bissau, murió en Bilbao por los navajazos que le asestó su ex pareja. Dos meses después, dos chicas menores de edad perdieron la vida abrasadas en una chabola de Santurtzi, después de que otro menor, ex novio de una de ellas, bloqueara la salida de la cabaña con un sofá al que prendió fuego. Por último, en diciembre, F. G. M., de 60 años, fue detenido en Basauri acusado de matar a cuchilladas a su esposa, M. V. L., de 54 años, de la que se encontraba en trámites de separación. Y no hay que olvidar que en febrero, un hombre confesó haber asesinado a su esposa, la donostiarra Belén Muro, y a la hija de ambos en la localidad vascofrancesa de Hendaya.

¿Hay una explicación para este aumento de víctimas de la violencia machista en el País Vasco? ¿Es una cifra puntual? ¿Qué lectura se puede realizar? La respuesta no es sencilla. En términos generales, lo que sí tiene claro la socióloga Mónica Ibáñez González, autora del estudio Violencia doméstica en Euskadi: malos tratos a la mujer, con el que ganó el Premio Realidad Social Vasca de 2003, es que "cuando las mujeres deciden romper definitivamente la relación con su maltratador y denunciarle, es cuando su vida corre mayor peligro".

Medidas de prevención

"Cada vez más mujeres denuncian y conocen mejor sus derechos", insiste la socióloga, al tiempo que apunta que una buena parte de las víctimas de la violencia machista "estaba separada o en trámites de separación". Es preciso "garantizar" a estas féminas "medidas realmente eficaces de protección", subraya. En cualquier caso, considera que "las medidas de prevención serán al final la solución", aunque admite que "a largo plazo". Pero no por ello hay que descuidarlas. Y es que "muchas veces se incide en otro tipo de medidas y se olvidan las de prevención", comenta.

La portavoz de la Asociación Clara Campoamor, Blanca Estrella, coincide con Ibáñez González en que "hay que garantizar la vida de las mujeres" que sufren malos tratos "con todas las medidas posibles", algo que, hoy por hoy, a su juicio, no se produce. Estrella señala que la nueva Ley Integral contra la Violencia de Género, aprobada por unanimidad en el Parlamento español y que entrará en vigor a finales de este mes, "mejorará la situación". Considera, de todas formas, que hasta dentro de por lo menos dos años, y "siempre y cuando las instituciones y los gobiernos respectivos pongan interés" en desarrollar las medidas previstas en la ley (sociales, educativas, judiciales), no empezarán a notarse los resultados".

En este sentido, la Asociación Clara Campoamor advierte de que dará la batalla para que en el País Vasco, como recoge la nueva ley, se creen juzgados específicos para tratar los asuntos relacionados con la violencia machista. "Estaremos vigilando", asegura Estrella, quien no desperdicia la ocasión para criticar que en Euskadi "se hacen demasiados aspavientos, se crean muchas cosas, pero no funcionan". Pone como ejemplo el Observatorio de Violencia de Género de Vizcaya. "¿Ha convocado reuniones de urgencia en cada asesinato? No. ¿Ha analizado en qué circunstancias se han dado? No. Ese es el problema".

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