Bush promete una coalición internacional para las víctimas

El Gobierno de EE UU prometió ayer 35 millones de dólares en ayudas para el desastre y prometió incrementar esa cifra hasta alcanzar quizá los 1.000 millones. Tres días después de la tragedia, el presidente George W. Bush rechazó las críticas de quienes le han acusado de ser insensible y perezoso en su reacción. En la mañana de ayer interrumpió brevemente sus vacaciones de Navidad para reunirse con sus colaboradores y comparecer fugazmente ante la prensa. El presidente anunció también la creación de una coalición internacional para socorrer a las víctimas, compuesta en principio por EE UU, India, Australia y Japón.

"EE UU estará al lado de los países afectados en la reconstrucción de sus comunidades", dijo Bush después de conversar con los líderes políticos de India, Sri Lanka, Tailandia e Indonesia. "He garantizado a esos líderes que la ayuda que les hemos dado es sólo el principio", dijo Bush, que ha prometido 35 millones de dólares para las víctimas del maremoto y mucho más a medio plazo.

Sin embargo, los encargados de recaudar ese dinero en el Gobierno no encuentran más. En una entrevista con la agencia AP, Andrew Natsios, el administrador de la Agencia para Desarrollo Internacional, encargada de coordinar las ayudas, reconoce: " el dinero ya lo hemos gastado". "Vamos a hablar con la Casa Blanca para ver qué hacemos", agregó.

Bush se mostró irritado por los cometarios de Jan Egeland, subsecretario de la ONU para ayuda humanitaria, que preguntó retóricamente por qué algunos Gobiernos "son tan tacaños". Bush le acusó de "estar equivocado y mal informado". "Por ejemplo, en 2004 nuestro Gobierno ha proporcionado 2.400 millones de dólares en ayuda humanitaria para desastres, lo que constituye, el 40% de la ayuda de todo mundo proporcionada el año pasado", añadió.