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Pilar Aymerich documenta las protestas ciudadanas durante la transición

La fotógrafa expone en Barcelona instantáneas de las movilizaciones entre 1975 y 1999

Una imagen del funeral por Franco celebrado en la catedral de Barcelona el día siguiente de su muerte abre la exposición de fotografías de Pilar Aymerich Memoria de un tiempo, 1975-1979, que se exhibe en el Museo de Historia de Cataluña hasta el próximo 27 de febrero. Los uniformes militares copan la foto, tomada frente a las puertas abiertas del templo, en la que apenas está representada la sociedad civil. Es la excepción entre una serie de imágenes que documentan las múltiples movilizaciones que se desataron tras el fallecimiento del dictador.

Las fotografías expuestas constituyen un significativo documento de cómo se hizo la transición a pie de calle, en los frentes más diversos pero con una misma desbordante energía. "Eran unos tiempos en que la gente era muy reivindicativa y además se tenía la inocencia de querer cambiar la sociedad", señala la fotógrafa. Pilar Aymerich se refiere a iniciativas individuales, como la de Lluís Maria Xirinachs, que durante un año y medio permaneció frente a la cárcel Modelo de Barcelona para pedir la amnistía; o aquellas que denotaban la emergencia de formas de vida reprimidas por el franquismo, como simboliza el retrato de un travesti que al exhibirse públicamente desafiaba la ley de vagos y maleantes a riesgo de su integridad física.

Pero las imágenes de Aymerich dejan constancia fundamentalmente de las reivindicaciones colectivas, entre las que abundan las demandas gremiales de mejoras laborales: una manifestación de actores (enero de 1976) encabezada por unos jovencísimos Loles León, Josep Maria Flotats y Mario Gas, entre otros; una movilización de todo tipo de funcionarios municipales (guardias urbanos, médicos, maestros...) para exigir al alcalde un aumento de sueldo; otra protagonizada por los obreros de la construcción con similares argumentos; el encierro de las mujeres de los trabajadores de Motor Ibérica en la iglesia barcelonesa de Sant Andreu del Palomar; una sentada de periodistas en una denuncia pública y masiva de las presiones y coacciones que recibían y en demanda del respeto al secreto profesional.

Entre las imágenes reunidas abundan aquellas que recogen actos en demanda de derechos universales incuestionables e irrenunciables, como las I Jornadas Catalanas de la Mujer, o las manifestaciones organizadas por colectivos de mujeres por la abolición de la ley del adulterio, o la petición de guarderías gratuitas. Y proliferan también las fotografías que reúnen las reivindicaciones de todo un pueblo en defensa de su identidad, como las multitudinarias celebraciones de la Diada del 11 de septiembre en 1976 y 1977, el retorno de Josep Tarradellas tras 38 años de exilio, y las diversas y numerosas manifestaciones en favor del Estatut, aprobado finalmente en 1979, la última de las cuales cierra la exposición.

Hacerse invisible

La mayoría de las fotografías fueron publicadas en revistas y diarios como Triunfo, Cambio 16 o Mundo, medios en los que la autora estampaba su firma junto a la de redactores de primera fila, entre ellos Manuel Vázquez Montalbán, Montserrat Roig, Maruja Torres o Andreu Claret. No era fácil trabajar en aquellos días, había que hacerse invisible a los ojos de la policía para evitar que se incautara de los carretes. "Algunos manifestantes podían ser confidentes. Aunque con el tiempo aprendí a conocerlos", recuerda la fotógrafa.

Pero no era difícil sólo por las condiciones externas, sino también, y sobre todo, por la lucha con uno mismo. "Salías a la calle a trabajar, pero también a defender cosas en las que, como los demás manifestantes, tú también creías. La cámara me servía a menudo como una muralla para evitar implicarme demasiado y poder tomar distancia", reconoce. Fue una época en la que vivía "en la calle", sin darse cuenta de algo que sólo el tiempo le ha enseñado a valorar. "Cuando hice estas fotografías no era consciente de que estaba documentando la historia, porque estas imágenes forman parte de la historia de este país".

Fotografía de Pilar Aymerich de una manifestación, en 1978, para pedir el cambio de la ley que consideraba delito el adulterio.
Fotografía de Pilar Aymerich de una manifestación, en 1978, para pedir el cambio de la ley que consideraba delito el adulterio.

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